La visita a la "Cheperudeta" es tradición para el Levante UD. Ayer el conjunto de Orriols se desplazaba a la Basílica de la Mare de Déu para honrar a la Virgen con la tradicional ofrenda floral antes del inicio de la temporada. El equipo junto al entrenador Juan Ignacio Martínez y Francisco Catalán, en calidad de principal mandatario, tuvieron presente durante el acto religioso el reto al que se enfrentan este domingo, el partido de debut en la Liga ante el Atlético de Madrid.

El técnico del equipo se dirigió también a la afición para que se evite "entrar en ninguna comparación con el año pasado"-la que fue la mejor temporada de la historia del equipo y en la que acabaron sextos en la Liga- y pidió "paciencia cuando no salgan las cosas". El objetivo principal es que "haya tres equipos detrás de nosotros", explicó JIM. "Vamos a sufrir porque ganar un partido en Primera División es muy difícil", advirtió el técnico. Para superar la difícil cita de este domingo ante el Atlético también advirtió todos tendrán que estar "centradísimos". Además, hace siete años -los mismos que lleva el Levante en primera división- que el club no gana ningún partido en la primera jornada de Liga. Aumenta la presión con la baja Pedro Ríos -acarrea una lesión en el cartílago de la novena costilla derecha desde el partido ante el Villarreal- y la de Juanfran el Levante, que no estarán en el partido del domingo.

También se nota la marcha de Arouna Koné al Wigan inglés. Juan Ignacio lo reconoció, tener al marfileño en la temporada pasada "era un lujazo". "No podemos perder la atención", dijo el técnico granota con respecto a la cita del domingo, ya que el Atlético es uno de los candidatos a estar en lo alto de la lista.

El último fichaje

"Con los futbolistas que tenemos debemos competir", añadió el entrenador restándole importancia a la salida de Koné. Con respecto a próximos fichajes Juan Ignacio se mostró bastante optimista y también reconoció que estan "esperando de aquí al cierre para ver si llega otro jugador" que mejore el equipo. Trabajan a contrarreloj para encontrar a un central y un delantero que completen la plantilla. Entre ellos resuena el nombre de Obafemi Martins, jugador del Rubin Kazán y que aspira a jugar en la liga tras un traspaso que costaría 2,5 millones al Levante. Es una operación que no pueden costearse pero que resolvería los problemas en la delantera del equipo. La otra opción para Martins, una cesión con opción de compra, convence al club.