El Levante UD se resiste a despertar del dulce sueño de su debut perfecto en Europa. Una treintena de aficionados levantinistas acudió ayer a las seis de la mañana al aeropuerto de Manises para recibir a la expedición de Juan Ignacio Martínez después de encarrilar en Escocia, tras el 0-2 contra el Motherwell, el paso a la fase de grupos de la Liga Europa. Si se sella el pase la próxima semana en el Ciutat de València, el equipo de Orriols disfrutará de un mínimo de seis partidos para expandir su nombre por el continente.

Como era de esperar, Juanlu fue el jugador más aplaudido a la llegada del cuadro "granota". El zurdo andaluz, uno de los futbolistas con más carisma en el vestuario y en la grada, instaló su nombre en la historia al ser el primer jugador azulgrana en marcar en competiciones europeas. La expedición aterrizó con una hora de retraso sobre el horario previsto después de que se tuviera que subsanar en Glasgow un problema mecánico que impedía cerrar una de las puertas del avión.

El éxito europeo no distrae la atención de una plantilla que insiste en que su gran prioridad es la competición liguera. Todos recuerdan que en el curso pasado el desgaste por el avance levantinista en la Copa del Rey se cobró un duro peaje en la Liga. La única nota amarga que deja el cruce contra el Motherwell es la lesión del lateral Nikos Karampelas, que estará de baja entre tres y cuatro semanas por un esguince de grado dos en el ligamento lateral externo del tobillo izquierdo y que deja la banda izquierda desguarnecida, al estar Juanfran en la última fase de la recuperación de su esguince de rodilla.

En cambio, JIM sí podrá contar ante el Valladolid con el lateral Christian Lell, después de que fuera anulada la sanción de cinco partidos que tenía pendiente de cumplir y que arrastraba de su última temporada en el Hertha Berlín en la Bundesliga.