La última semana de agosto de 2012 será recordada para siempre por el levantinismo como aquella en la que, esperemos, se certificó la clasificación para la fase de grupos de la Europa League por primera vez en su historia. Este dato hará que partidos como el de ayer, o como el del próximo domingo ante el Espanyol, se rememoren dentro de unos años de forma más difuminada, pero de cara al futuro cercano, a la continuidad en Primera, tienen mucha importancia no solo porque los puntos en juego son los primeros de los algo más de 40 que harán falta para mantener la categoría, sino porque se disputan ante equipos que, presumiblemente, son rivales de cara a este objetivo primordial de la salvación. Y esto parece que ayer se le olvidó a algún que otro jugador.

Juan Ignacio Martínez, como era de esperar, no realizó demasiados cambios en su once. De este modo, tan solo Diop, que no pudo viajar a Motherwell, Munúa, el portero habitual en liga, y el delantero Ángel, fueron las novedades respecto al encuentro ante los escoceses. El buen entendimiento entre Juanlu, Barkero y Míchel volvió a quedar patente en unas combinaciones a las que se apuntaba también Ángel.

Después de casi treinta minutos de ver como el Valladolid tenía el balón e intentaba, sin mucho éxito, poner en apuros a Munúa, Juanlu y Ángel mostraban sus cartas de presentación con dos jugadas iguales en la que el malacitano centraba para que el tinerfeño rematara de cabeza, aunque demasiado alto. El partido había empezado con dos amarillas algo absurdas a Pedro López y Navarro. El del Port de Sagunt, además, sacó el codo dentro del área para interceptar, infantilmente, un balón y el colegiado lo vio y pitó penalti. Segunda amarilla y, por tanto, expulsión. Munúa acertó por dónde iba a tirar Víctor Pérez, pero no logró atajar el lanzamiento y así el Levante se veía con la dificultad de levantar el marcador con un jugador menos.

Mientras tanto, El Zhar, que ayer contaba en el periódico marroquí "Marocfootball" que quiere "hacer una buena campaña en el Levante para volver con la selección", con la que no juega desde 2010, no entró de inicio a pesar de que llevaba dos goles en los dos partidos jugados, ante el Atlético en Liga y contra el Motherwell, en Copa. Su ausencia hizo que los azulgrana tuvieran menos presencia atacante por banda derecha y se encomendarán casi a los centros de Juanlu por la izquierda.

La ausencia de Navarro hizo que el entrenador tuviera que recomponer su equipo al descanso dando entrada a Héctor Rodas en el centro de la zaga y quitando a Ángel, con lo que el Levante pasaba a formar con un 4-2-3, sin un delantero nato.

No servía para mucho porque prácticamente en la primera jugada, Diop, que tal vez no había escuchado la presumible charla de JIM, diciéndoles que no cometieran errores de cadete como el de Navarro, realizó un claro empujón en el área ante el que Iglesias Villanueva, que ya estaba entrenado, no se lo pensó a la hora de señalar la pena máxima. Mismos protagonistas e idéntico resultado, Víctor Pérez lanzó y Munúa, que aguantó el tiro, no pudo atajarlo.

El dos a cero dejó en estado de coma a un Levante que cada vez jugaba más atrás y se lanzaba casi a la desesperada al contrataque. La conmoción se mantuvo hasta a falta de aproximadamente 20 minutos cuando primero El Zhar, que tiró fuera, y luego Iborra, con cabezazo en el larguero, pudieron recortar distancias.

Dudka, el último en llegar, debutó con el Levante en una temporada donde el internacional polaco puede tener mucho protagonismo. Aún así, no se pudo hacer nada más y se volvió del primer desplazamiento en liga con malas sensaciones. Toca pasar página.