La Rosaleda del siglo XXI está siendo un campo maldito para el Levante. El Málaga C. F., reencarnación del desaparecido C. D. Málaga, le ha ganado en sus tres visitas por el mismo resultado: Uno a cero. El 12-12-2004 con gol de Amoroso, el 14-11-2010 con gol de Eliseu y el 10-3-2012 con gol de Rondón. El más trascendental de los tres fue el último. Permitió que el Málaga, ayudado por el colegiado Iglesias Villanueva, ganara injustamente tres puntos determinantes para que el Levante no jugara la Champions League.

Sólo una vez en este siglo XXI festejamos un resultado favorable en La Rosaleda. Sucedió el 3-4-2004, en la temporada del retorno a Primera, con el querido Manolo Preciado en el banquillo y frente al Málaga B. Ganó el Levante uno a cinco con goles de Aganzo, 2, Descarga, Rivera y Alexis. En el equipo malaguista se alinearon ese día tres futbolistas que vinieron después al Levante: Nacho, Juanma y Geijo.

Estaría bien repetir hoy una victoria como aquella en La Rosaleda. La maldición del uno a cero podría pasar a ser bendición, aunque solo fuera por cero a uno. No deseamos ver caras compungidas en el equipo granota saliendo del terreno de juego. El Levante ha roto muchas malas rachas en las últimas temporadas. Ante el Espanyol, ante el Sevilla, ante el Valencia, ante el Real Madrid€ La del campo malaguista es una de las que le quedan pendientes de romper. Sería maravilloso lograrlo esta tarde ganando a un equipo creado en el lujo del dólar pero con grietas económicas. Brindaríamos muy contentos por la victoria levantinista. También por la ciudad de Málaga que nos cae bien porque cerca de ella, en Montejaque, pasamos dos duros veranos cumpliendo las milicias universitarias a principios de los años setenta. Noches de frío en tiendas de campaña y días soleados de mucho calor. Alternamos con compañeros andaluces ingeniosos, entre ellos el luego famoso periodista gaditano Augusto Delkader. Hablamos de fútbol y cine un día tras otro. Nos arrestaron varios fines de semana. Nos divertimos en otros sin arresto por la costa malagueña y la ciudad de Málaga. Tomamos chanquetes, fritura y ajoblanco regados de cervezas y finos fríos. En aquellos tiempos el Levante andaba por Tercera División pero no dejábamos de afirmar nuestro levantinismo en tierras malagueñas. Ahora que está en Primera nos gustaría trasladarnos en el tiempo para contar en Montejaque a nuestros compañeros de entonces lo que ha cambiado nuestro club, nuestro equipo, nuestras esperanzas y nuestra importancia. Seguro que se alegrarían al oírnoslo contar. Porque si de algo valía la pena pasar los veranos jugando a ser militares era por la buena gente que jugaba a lo mismo con nosotros.

Sin dejar de añorar esta juventud de las milicias pasamos a meditar la actualidad. Lo hacemos sobre un Levante que queremos rompa hoy con merecimiento su racha negativa en La Rosaleda y sobre un Levante B que transmite confianza en el futuro. Lo vimos el sábado pasado en Buñol y comprobamos que cuenta con un grupo de futbolistas, liderados por el exquisito medio Andy, preparados para llegar al primer equipo.