A los 6 años empezó a ir al velódromo de Onda con su bici de montaña junto a su hermano mayor a pasar el rato. A practicar. Y es que Víctor Cabedo Carda (Onda, 15 de junio de 1989) de pequeño empezó a compaginar las pruebas de carretera con el ciclocross y la pista, dos especialidades que van bien para la formación de los jóvenes ciclistas. Poco después decidió centrarse en la carretera, descartando la pista.

Siendo corredor júnior de segundo año logró la medalla de plata en su pueblo natal, Onda, donde se disputó el Campeonato de España de contrarreloj individual. Fue su padre el que le impuso la medalla. Y es que Cabedo pertenecía a una familia donde el ciclismo se puede decir que se respiraba por los cuatro costados.

Entró a formar parte del equipo Saunier Duval y en su primer año acarició la medalla en el Campeonato de España (CRI), ya que quedó cuarto. Ahí fue comenzando a labrarse un hueco en el complejo mundo del ciclismo. Su nombre poco a poco empezó a dejarse oír.

La escuadra Seguros Bilbao le echó sus redes en 2009. Allí estuvo dos temporadas, en categoría amateur. En el segundo año se alzó con un brillante triunfo en el XXXIX Memorial Valenciaga, además de ser segundo en la Copa de España y vencedor sub-23. Ese mismo año disputó la Vuelta a Murcia con la selección española.

"Ha sido muy positivo. El poder correr con los profesionales me dio mucha moral y la victoria del Valenciaga ha sido la más importante de mi carrera deportiva, hasta el momento", reconocía Cabedo. Efectivamente. Víctor Cabedo siguió creciendo y madurando. En 2011 fue cuando dio el salto al ciclismo profesional.

Muy talentoso

Talentoso, joven, ambicioso,... son algunos de los calificativos que se ganó por parte de los directores deportivos. Poco a poco se fue moviendo con los pesos pesados del ciclismo. Hace escasamente un año llegó a decir que "correr junto con Lance Amstromg y compañía y terminar la Vuelta a Murcia, me ha dado mucha confianza. En cuanto a poder dar el salto habrá que esperar a final de temporada a ver si hay suerte".

Se incorporó al Orbea Continental, que era y es el filial del que fue su equipo (Euskaltel-Euskadi) hasta ayer mismo cuando encontró la muerte en la carretera. El 1 de mayo de 2011 ganó de manera brillante la cuarta etapa de la Vuelta a Asturias, disputada entre Cafés Toscaf y Oviedo.

"Bastante completo"

Este año 2012 fue elegido por su director deportivo como uno de los integrantes del Euskaltel-Euskadi) para correr la edición del Giro de Italia. Y su última carrera en la que participó fue en el Tour de Gran Bretaña, en la cual se tuvo que retirar antes de finalizar porque se vio obligado a abandonar por enfermedad.

Víctor Cabedo se definió en su día como un ciclista "bastante completo" y dentro de sus preferencias, le gustaban las carreras largas y duras. Nunca lo quiso decir, pero destacó como un gran escalador y no se le daban mal las contrarrelojes.

De no haber sido ciclista le hubiese gustado ser futbolista. Su carrera favorita era el Tour de Francia; el lugar donde le gustaría perderse era la finca de su padre; su ídolo era Samuel Sánchez; su director deportivo favorito Francisco Pla; otro deporte alternativo para él era el atletismo; su película favorita "Avatar", y del apartado musical su grupo o cantante favorito era Fito & Fitipaldis.

El deporte en general, pero el ciclismo en particular, lloró ayer la pérdida de este joven ciclista castellonense que pasa a engrosar esa larga y lamentable lista de ciclistas que encuentran la muerte en la carretera, bien sea en plena competición o mientras se entrena. La peor tragedia deportiva.