La idea de que el Valencia se plantee con firmeza repartir dividendos entre sus aficionados como método legal para asistir financieramente a la Fundación y que ésta pueda llegar a tiempo de pagar los 5,6 millones de los intereses del préstamo de Bankia antes del 27 de noviembre ha pillado por sorpresa a la entidad bancaria. Abortada la operación inmobiliaria con Newcoval, Bankia está necesitada de liquidez, y ése es el factor que va a reclamar en las negociaciones con el club para refinanciar la deuda de 245 millones que vence en diciembre.

Bankia está dispuesta a estirar los plazos de pago a 15 años, pero tiene previsto imponer condiciones duras al Valencia, paralelas a las de clubes en ley concursal, entre las que destacarían la obligación de traspasar jugadores con ofertas de venta y porcentajes sobre ingresos televisivos, mercadotecnia o publicidad, tal como informó ayer "Valencia Plaza". Unas condiciones que no fueron confirmadas ayer por el club, que afirma que la negociación está todavía en una fase germinal. Desde el club de Mestalla se asegura que la principal garantía que ofrece a Bankia es el historial de tres años de gestión en los que se ha reducido la deuda de 550 a 346 millones, se ha equilibrado la cuenta de explotación y se han cumplido puntualmente con los pagos.

Esas condiciones chocan con el plan del reparto de dividendos para sacar del apuro a la Fundación, y más teniendo en cuenta que Bankia tiene la seguridad de que cobrará los intereses del préstamo al estar el Instituto Valenciano de Finanzas como avalista. "No hay acreedor que esté de acuerdo en que se repartan dividendos cuando se le deben 245 millones", señalaron fuentes financieras a este periódico. El Valencia confirmó ayer que la solución pensada para la Fundación "se ha debatido desde hace mucho tiempo" pero que todavía no quedan descartadas otras alternativas.

Por otro lado, en los próximos días, la Fundación debe firmar el aplazamiento de los intereses que ofrece Bankia con el aval del IVF. No se trata de capitalizar los intereses, sino de dejar seis meses (tres meses a partir del plazo de mora). El reparto de dividendos a cuenta exige que haya pasado tiempo suficiente desde el cierre del ejercicio para justificar la obtención de beneficios. En ese sentido, también es preciso que transcurran meses para convocar la Junta General de Accionistas que apruebe tal reparto.

La intranquilidad de Cañizares

El presente financiero del Valencia preocupa al valencianismo. Alguien que conoce bien la evolución del club en su historia reciente, como Santiago Cañizares, afirmó ayer que la situación "no es para estar tranquilo", indicó. "Las circunstancias les obligan a no estar tranquilos", relataba el exguardameta blanquinegro.

La actual encrucijada no sorprende a Cañizares, que afirma que "ya se veía venir desde hace unos años que habría que trabajar muy duro y muy bien para que el club no entrara en concurso de acreedores", indicó.

Con el fracaso del plan Newcoval, Cañizares confiesa que en estos momentos "todo se complica". Ante eso, el que fuera portero en la era del doblete incide en que, más que nunca, es necesario que el equipo cumpla sus objetivos deportivos, y asegure los beneficios de la presencia en Liga de Campeones: "Lo que hace falta es al menos que la situación deportiva salga para arriba y de alguna manera sea capaz de sostener al equipo y que se consiga entrar en Champions". Sin embargo, Atlético, Málaga y Sevilla apuntan a ser rivales fuertes: "El problema es que este año va a estar todo muy complicado porque hay más rivales que el año pasado y están muchísimo mejor. Esa es la realidad", sentenció.