El mes de diciembre es el plazo límite para que el Valencia resuelva sus dos prioridades más urgentes, con el pago de los 5'6 millones de los intereses del préstamo de Bankia a la Fundación, adeudados desde agosto, y, por otro lado, alcanzar un acuerdo con la misma entidad para refinanciar la deuda de 245 millones que vence en diciembre.

Los plazos que se ha marcado la directiva, sin embargo, son más cortos. La intención del presidente Manuel Llorente es llegar a la Junta General de Accionistas del próximo 9 de noviembre con los dos temas solucionados. Encarriladas parecen, de momento, las obligaciones de la Fundación. El Patronato, sin capacidad de generar dinero suficiente a partir de sus recursos, recibirá los 5'6 millones necesarios del Valencia, que se convertirá en el primer equipo español en repartir dividendos a cuenta entre sus accionistas si se confirma el plan trazado desde el club ante la imposibilidad legal de asistir financieramente a la Fundación. De hecho, el cuarto punto del orden del día tratará la reducción de capital de de 50,58 millones. Una medida por la que se podrían repartir dividendos al eliminar las pérdidas acumuladas y, de paso, mantener el equilibrio patrimonial que evite al club entrar en causa de disolución.

Por otro lado, también se pretende acelerar el acuerdo con Bankia para renegociar el préstamo a unos 25 años. Llorente ya ha mantenido dos reuniones en la sede de Bankia en Madrid. La negociación cuenta con la dificultad añadida de la situación de Bankia, nacionalizada por el gobierno e intervenida desde Bruselas. El pacto que evite entrar en concurso de acreedores pasará por garantizar a Bankia fuentes de liquidez, con traspasos de jugadores a corto plazo, así como aumentar el porcentaje sobre derechos de retransmisión y publicidad estática ya cedidos en garantía de crédito.

Llorente mantendrá el próximo martes una reunión informativa con periodistas para presentar los planes del club de cara a la Junta.