Da igual el lugar en el que uno resida para sentir pasión hacia unos colores. Para ser valencianista, da igual que uno haya nacido en Valencia o en Bielorrusia. Y así quedó demostrado ayer en la inauguración de la Peña Rusos. Más de un centenar de valencianistas, residentes en Ucrania, Azerbaiyán, Rusia o la propia Bielorrusia, se reunieron en las horas previas al partido contra el BATE Borisov, para exhibir su valencianismo. El presidente Manuel Llorente entregó a Vladimir Shreiter, natural de Minsk y presidente de la peña, una camiseta del Valencia con el dorsal 12 firmada por todos los jugadores así como una placa conmemorativa de la cita. "Es un gran orgullo estar aquí y comprobar la proyección internacional del Valencia. Esperamos no defraudar esta noche y que estéis orgullosos de vuestro equipo", afirmó Llorente, quién pidió al consejero Fernando Giner, que comunicara a Pellegrino el entusiasmo de los peñistas y el esfuerzo hecho por algunos de ellos que habían recorrido más de 4.000 kilómetros para ver esa noche al Valencia.