La cruzada madridista

Nos contó Luis García Plaza en mayo de 2011 que en el Santiago Bernabéu parte del público gritó "a Segunda" al Levante el día del ocho a cero en Copa. Luis se sentía asombrado de un trato que debía estar reservado a los rivales verdaderos del Real Madrid. Pero, claro, como en Orriols no habían pasado del empate a cero en Liga se vengaba así el madridismo de su dolor en el alma. En la siguiente temporada, en lugar del empate se produjo la victoria del Levante uno a cero sobre el Real Madrid en Orriols. Y volvió a provocar dolor en el alma madridista. En su cuarta visita al campo granota con Mourinho de entrenador, porque en Copa vino y también perdió dos a cero en enero de 2011, se presentó dispuesto a terminar su mala racha. Perdiendo de nuevo decían adiós a la Liga. Los medios de comunicación madrileños y nacionales temieron que eso sucediera por el previsible bajón de audiencia en sus programas únicamente dedicados al duelo entre el Madrid y el Barça. Hicieron piña y montaron una especie de cruzada a la caza del Levante. El árbitro les ayudó en sus objetivos echando una mano al Real Madrid en su victoria, pues no pitó una falta a Martins un segundo antes de la que propició el gol de Morata. Antes había ignorado una agresión de Pepe a Diop sin balón y no había castigado a David Navarro por su involuntario codazo a Cristiano Ronaldo quizás porque ni un solo jugador del Real Madrid le recriminó la acción. Esta cruzada madridista de los medios de comunicación madrileños y nacionales siguió rugiendo durante la noche del domingo y en la presente semana. No criticaron a S. Ramos por sus duras acusaciones a Ballesteros, nunca expulsado desde que volvió al Levante. "Que se vaya a boxear y deje el fútbol", afirmó con prepotencia. Un Sergio Ramos que tiene el honor de ser el futbolista con más expulsiones, once, en la historia del Real Madrid con solo 26 años. Todo un ejemplo de deportista. En la cruzada madridista de esta semana dos periodistas de cuyo nombre no queremos acordarnos han brillado con luz propia. Uno, del programa "Futboleros", opinando que Navarro y Ballesteros tenían que ser expulsados del fútbol para siempre. Otro, del periódico El País, hurgando en el pasado de Navarro buscándole pecados anteriores. En cambio, tanto ellos como el resto de medios de comunicación afines al madridismo, pasaron por alto, o apenas citaron, el informe policial de que los conflictos al final del partido los inició el jefe de seguridad del Real Madrid. La cruzada madridista puede que se sienta satisfecha de su desalmada persecución al Levante. Nosotros sentimos náuseas con su comportamiento. Le pediríamos por favor que se disuelva ya. Entre otros motivos para que el equipo de Juan Ignacio Martínez pueda afrontar el partido de mañana en La Coruña con la única preocupación de recuperar los puntos que no mereció perder el domingo.