Maratón Valencia 2012

Nuevos récords y los que vendrán

El Maratón Divina Pastora se convierte en la fiesta deportiva popular más importante de la Comunitat Valenciana por los miles de corredores que participan

M. DOMÍNGUEZ / G. SÁNCHEZ/ T. GARCIA

Con la experiencia se aprende. Ahora ya sabemos que el éxito de un maratón depende de, aproximadamente, dos docenas de variables. Pero, afortunadamente, también tiene docenas de lecturas. De tal manera que siempre está la posibilidad de quedarse con las positivas. Y ayer, las hubo, por supuesto. Y también otras para aprender y corregir.

No se batió el récord de la prueba (el de tiempo) y, por consiguiente, quedó ese regusto amargo. Sobre todo, porque los atletas estuvieron a punto de conseguirlo. Los últimos kilómetros, cuando la pareja de africanos empezaba a recortar la desventaja acumulada, se vivieron con especial intensidad. Pero, finalmente, no pudo ser. Ganó Luka Kanda con una marca de 2.08:14, la segunda mejor de la historia de la competición, pero 16 segundos por debajo de la del año pasado. Por detrás, a cuatro segundos, llegaba su compañero de fuga en los últimos kilómetros, Joel Kimurer, que pulverizó su mejor marca en la distancia y que completa así un mes extraordinario en la ciudad, ya que apenas unas semanas atrás había ganado el Medio Maratón Trinidad Alfonso.

En quinta posición llegó el primero de "los de casa", que no podía ser otro que Hassane Ahouchar. Fue el único que siguió a los africanos y, muy a su estilo, acabó corriendo a su aire, remontando espectacularmente con el paso de los minutos. No batió su marca persona, la conseguida entre lágrimas el año pasado, pero su honradez (acabó extenuado) fue absoluta. No hay atletas españoles capaces de acercársele ahora mismo. Y muy cerca, entre los kenianos que se habían desfondado, llegaron hasta cuatro corredores más del Cárnicas Serrano, siendo Luis Félix Martínez el más aplaudido. Como casi siempre. Feliz por quitarle varios minutos au mejor marca.

¿Por qué no se batió el récord. La explicación técnica que se daba era el exceo de humedad. La noche anterior cayó una tormenta de las buenas. Y aunque eso permitió salvar la prueba en el sentido de que no se corrió bajo el diluvio, sí que dejó un ambiente cargado. Con un piso lleno de charcos y un sol que apretaba y evaporaba. En definitiva, el pelotón de los elegidos salió con tiento, midiendo los esfuerzos para no fundirse a base de sudoración. Pero el arreón de la segunda parte del recorrido no fue suficiente para conseguir el anhelado récord.

Una marca que, de todos modos, se conseguirá si los atletas contratados son mejores. Desertaron demasiados atletas de élite pronto. Para hacer un marcón de verdad, hay que pedir exclusividad. Y dar dinero, claro.

Volando a los 19 años

En la carrera femenina tampoco hubo récord. Pero sí un registro espectacular. Birhane Dibaba dio la sorpresa porque, con 19 años, pulverizó su marca en tres minutos -casi todo el que pasa por Valencia y se lo ha preparado como toca, consigue su "Personal Best"- y fue la primera de un selecto grupo: once atletas bajaron de 2 horas y 42 minutos, una gesta que, según aseguraban en la organización, no había pasado nunca en una prueba en España. Aquí, de las locales, la mejor fue Fatima Ayachi, el reciente fichaje del Cárnicas Serrano, fue séptima.

La carrera no estuvo exenta de incidencias. Y no ya el hecho de que, de madrugada, un camión de bomberos se llevara por delante uno de los arcos de salida. El lío fue en la salida. Empezó a dispararse la pequeña "mascletà" de bienvenida. Salieron los maratonianos, pero se les paró a tiempo. Pero los del 10K sí que empezaron a correr y no hubo manera de pararlos. La consecuencia inmediata es que no dio tiempo a reorganizar a los de la prueba reina para conseguir esa imagen con la que se soñaba nuevamente: los dos sentidos del puente abarrotados de corredores corriendo a la vez. Para cuando salieron los maratonianos, los del diez mil habían puesto pies en polvorosa. Estéticamente, una lástima. Deberán tomar nota los organizadores para institucionalizar la salida, poner una pantalla con una cuenta atrás o similar.

Por cierto, la carrera corta fue un auténtico espectáculo. Los atletas kenianos contratados tuvieron que porfiar con los corredores de casa. Y así, Robinson Chesire ganó, pero a dos segundos entraba el ganador del Circuito de la Diputación, Ouais Zitane, que estrenaba la camiseta del CA Massamagrell. Y Jaouad Oumellal fue valiente quinto, también rodeado de Kipgosgeis y superando al olímpico argentino Miguel Ángel Barzola.En chicas ganó más fácil Joan chelimo por delante de Sara Kerubo. Marta Esteban, la gran estrella del maratón femenino ocupó una sobresaliente tercera plaza.

Los atletas del 10K alucinaban con la marca que campeaba en el cronómetro cuando entraban. Pero, claro, ese era el tiempo de los hermanos mayores. Había que añadir cinco minutos más.

Más allá de marcas y salidas, ganadores y secundarios, el gran éxito del Maratón Divina Pastora fue su consolidación. El enorme crecimiento de participación -que se esperaba vistas las inscripciones y la seensación de que bajo ningún concepto se ha tocado techo. La salida es impagable y la meta aún más. Y los atletas sí que tuvieron bebida a su disposición. Hasta los últimos clasificados encontraron pertrechados los últimos avituallamientos.

Juan y Fernando Roig, juntos

La prueba tenía un fin solidario y la ecuación fue muy fácil: entraron en meta 7.781 maratonianos y se recaudaron 7.781 euros a beneficio de la Casa de la Caridad por cortesía de la Fundación Trinidad Alfonso. Juan y Fernando Roig se sumaron a la fiesta atlética. Entraron juntos en el 10K después de una hora y 17 minutos.

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