Un costarricense asegura que va a comprar el Valencia y acabar el campo

J. M. Bort/A. Barbeta

«El multimillonario costarricense Mario Alvarado tiene 500 millones de euros en camino hacia España para comprar el Valencia». Así de contundente se expresa su socio, el valenciano Eduardo Jarque, a Levante-EMV. El encuentro se celebra en la terraza interior del Hotel Las Arenas, donde no se persona el protagonista. «Mario no es nada mediático, es discreto y no se mostrará en público hasta que la operación esté cerrada», explica su portavoz. Alvarado no acude a la reunión, pero está en Valencia. A escasos metros, posiblemente. Lleva cuatro meses registrado en este lujoso establecimiento de la playa del Canyamelar. Entre él y los familiares que lo han visitado en este tiempo ha gastado mucho dinero. Quizá más de 60.000 euros sólo en el hospedaje.

Mario Alvarado se mueve en silencio. Pocos podrían ponerle cara en Valencia. Algunos dudan de su verdadera existencia, porque ni siquiera aparece una sola mención suya en internet. «Se dedica a los comodities, a negocios con materias primas, por lo que no es un millonario conocido», explica Jarque.

El misterioso personaje está en Valencia para conocer la ciudad y la idiosincrasia del club. Quiere, aclara su socio, «entrar en contacto con el valencianismo». Y acude a Mestalla a ver los partidos. Pese a haberse encontrado con «muchas cosas raras para invertir en la entidad», no tiene intención de dar marcha atrás a la operación.

«Traer los 500 millones de euros de otro continente no es nada fácil. Hay que hacerlo utilizando herramientas financieras y estamos en ello. Todo lo está organizando el propio Mario desde aquí. No sabemos concretar la fecha en la que se materializará la compra-venta», asegura su interlocutor. Eduardo Jarque, que mantuvo relaciones comerciales con el Valencia, insiste en un mensaje. «Esto no es una operación como la de Dalport y a Mario le molesta mucho que se compare. No somos especuladores. Ni siquiera inversores a corto plazo. No tiene sentido que queramos pegar un pelotazo», aclara. «Hay un documento bancario que garantiza la solvencia del inversor», añade.

El supuesto inversor costarricense se habría reunido cuatro veces con directivos de Bancaja, asegura. No tienen nada de que hablar con el presidente del Valencia, Manuel Llorente, «porque el club es una Sociedad Anónima y tiene otro propietario».

«El primer paso es pagar 80 millones a la Fundación para comprar las acciones. Después, cancelar la deuda de 370 millones y el tercero será terminar el estadio con fondos propios, fieles al boceto original, para que sea un campo de 5 estrellas. El Valencia tendrá el mejor estadio de Europa», explica quien no da tiempo a preguntar dónde está la rentabilidad de la inversión: En la explotación del Nuevo Mestalla. «Nos da igual en cuánto tiempo recuperaremos el dinero, porque la capacidad de generarlo está asegurada con el uso terciario. Es más básico de lo que parece», insiste. «La marca Valencia, además, tiene mucho prestigio. Hay mucho que explotar», añade su mediador.

La compra del Valencia sería el primer paso del camino que se ha trazado el inversor costarricense. «Su idea es invertir en la Comunitat Valenciana. El Valencia será una plataforma para posteriores inversiones a gran escala», afirma. Con las instituciones tampoco se han reunido. «No tienen nada que aportar. Es un asunto entre el inversor y el banco, y ya está», aclara.

Alvarado apareció en la órbita del Valencia CF a finales del año pasado, después de que Eduardo Jarque negociara con el Levante UD para comprar la mayoría de acciones. El intento por adquirir el club «granota» fracasó «porque no quisieron seguir con las negociaciones». El Levante UD estaba entonces en el proceso concursal, con unas perspectivas mejores que las del Valencia para saldar su deuda. Alvarado, dice Jarque, «nos ha sorprendido porque es muy aficionado del Valencia».

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