Isco Alarcón pagó su cláusula de rescisión, seis millones de euros, para dejar el Valencia y enrolarse en el Málaga. El jeque, se encaprichó de Joaquín, y pagó por él, 3,5 millones. Ahora, una temporada después de su marcha, los dos jugadores viven su mejor momento tras clasificar como primero de grupo al Málaga para los octavos de final de la Liga de Campeones. En el caso de Isco -con el que Emery no confiaba y del que llegó a criticar su tendencia al sobrepeso-, es tal su progresión, que el club malagueño ya le ha presentado la renovación para atarlo o, en su defecto, sacar más dinero por él en una futura venta. Isco, con contrato hasta junio de 2016, cobra 400.000 euros netos y el club le ofrece un salario de 1,5 millones si renueva dos años más. Si lo acepta, el exvalencianista, pasaría a tener una cláusula de rescisión de 40 millones -la actual es de 21-.

Joaquín está viviendo en Málaga una segunda juventud. El gaditano, de 31 años, ha recuperado la chispa que lo encumbró como uno de los mejores diestros nacionales. Con Pellegrini ha recuperado la confianza perdida y vuelve a sentirse importante.