Mou se la juega ante el Atlético

Ramón Mendoza destituyó a Radomir Antic, entrenador que conservaba al equipo en el primer puesto de la Liga. El equipo había perdido varios puntos de la ventaja que llevaba y ello fue suficiente para que se le diera la boleta. No es el caso de José Mario dos Santos Félix Mourinho. El Madrid no le dirá adiós ni aun cuando la diferencia con el Barcelona se amplíe. Sin embargo, José Mario tiene el próximo sábado un test que puede ser definitivo con respecto al futuro. Si no gana al Atlético de Madrid, el único que sigue la estela barcelonista, el público del Bernabéu no le aguantará más y hasta el final de campaña estará siempre en la picota.

El entrenador manager, mandamás con más deseos de mando todavía, protagonizó el sábado en Heliópolis una de sus comedias más inesperadas. Tras la derrota con el Betis antes de hablar de fútbol, conversación que siempre pospone con una salida de pata de banco, mandó tres retos públicos: al club que le paga, a la afición que lo tolera y a los futbolistas que manda.

Mourinho se dedicó a felicitar a todos los jugadores béticos con lo que dio bofetada, fotografiada por televisión, con lo que puso a los suyos a los pies de los caballos. Felicitar al contrario fue realmente sorprendente. Hubo más porque también aplaudió al público con lo que dio a entender que esa es la afición que desea y no la del Bernabéu. La actitud del míster madridista tuvo, de consuno, mensaje al presidente Florentino Pérez porque viene reclamando más inversión, más fichajes y la derrota le sirvió para acumular puntos y que en la época invernal el Madrid acuda al mercado. La duda metafísica de Florentino está en saber qué clase de jugadores quiere. Sucede que ha convertido al alemán Ozil, de indudable calidad técnica y fundamental para las jugadas de ataque, en culpable de las derrotas. Lo ha llevado a ser jugador de quita y pon y prefiere acumular músculo en el conjunto con Essien y Khedira.

A Mourinho no le han gustado nunca los jugadores calificados de finos estilistas. Prefiere a los duros fajadores como Pepe, aunque éste tiene la ventaja de que además de pegar hace teatro y en esta faceta no tiene nada que envidiar a los mejores cómicos de comedia bufa.

No hay grandes expertos en mouriñismo porque cuando tiene que hablar en serio pone un Karanka en su vida y cuando comparece, como hizo en Sevilla, es para culpar al empedrado, al calendario, los árbitros, el club y sus propios futbolistas. Todo menos hablar de fútbol y del juego que practica su equipo que, además, parece mal preparado físicamente porque se hunde en las segundas partes.

Cristiano, de momento ha perdido su pelea con Messi quien le lleva ya siete goles de ventaja. A Falcao le gana por uno. Sólo le faltaría para entristecerse más que el colombiano le ganara la partida en el Bernabéu. La derrota serviría para que Mourinho buscara nueva estrategia para salir del club. Atentos a la pantalla.