La Fundación Valencia Club de Fútbol ha comunicado este jueves a su patronato, reunido en junta general extraordinaria, que "no puede pagar" a Bankia los 5,6 millones de euros correspondientes a los intereses del préstamo que obtuvo en 2009, con aval del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), para acudir a la ampliación de capital del club, y que, por tanto, este asunto queda ahora "en manos de Bankia y de la Generalitat".

Según han confirmado a Europa Press fuentes de este organismo, esta tarde se ha reunido la Comisión Económica de la fundación "para disolverse" y, a continuación, ha comenzado la junta extraordinaria del patronato, en la que el presidente de la institución, Társilo Piles, también ha anunciado su decisión de dejar el cargo.

Piles ha trasladado al patronato que el próximo 14 de febrero presentará su dimisión como presidente de la Fundación Valencia Club de Fútbol, a fin de dar un plazo para la presentación de candidaturas entre las que deberá decantarse el patronato. Según las mismas fuentes, ha recalcado que se trata de "una decisión personal".

Társilo Piles, que estaba al frente de la institución desde verano de 2009, ha asegurado que desconoce las intenciones de Bankia y de la Generalitat en el caso de que, como finalmente ha sucedido, la fundación confirmase su imposibilidad de hacer frente a ese pago.

El pasado viernes, ya admitió las dificultades para abonar esos 5,6 millones de euros a Bankia, aunque aseguró que continuaban estudiando posibles soluciones y que tenían que "contrastar una información para ver si una solución puesta encima de la mesa es viable o no".

Según las mismas fuentes, todas las propuestas planteadas hasta el momento "eran inviables" por distintos motivos, entre ellas la del exjugador y ex director deportivo Fernando Gómez, que anunció su intención de optar a la presidencia del club y propuso que éste compre acciones a la fundación para después amortizar la autocartera.

Ese pago vencía en agosto, pero se prorrogó hasta final de noviembre y, después, ambas partes se dieron de plazo hasta el 31 de enero para encontrar una solución. No obstante, finalmente será Bankia quien deba decidir si se queda con las acciones u opta por ejecutar el aval del Instituto Valenciano de Finanzas.

Por su parte, el vicepresidente y portavoz del Consell, José Císcar, reiteró el pasado viernes que la Generalitat "no tiene ninguna intención de intervenir en la vida interna y funcionamiento del Valencia, ni de ninguna otra entidad deportiva", y que "nadie le ha requerido ni notificado la ejecución de ese aval", por lo que se mantenía "al margen de la vida interna" de la entidad deportiva.

Tanto Císcar como el conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, habían descartado recientemente la posibilidad de capitalizar esos 5,6 millones que debe abonar la fundación, lo que conllevaría incrementar el aval del IVF.