El pasado verano la ciudad Valencia se despidió de su Gran Premio de Fórmula 1 convencida de que en 2014 los bólidos seguirían amenizando las calles del puerto con su ruidosa banda sonora. La Generalitat Valenciana, que tuvo que salir al rescate de Valmor Sports para salvar la prueba de 2012, cerró un acuerdo verbal a tres bandas, que nunca se ha llegado a sellar en papel. Sentados en la misma mesa de negociaciones estaban representados el Consell de Alberto Fabra, el Govern de Artur Mas y Bernie Ecclestone, dueño de los derechos del campeonato del mundo. Todo se dejó a punto de rubrica, pero como no corría prisa se emplazó al futuro para cerrar los flecos pendientes. Los meses han pasado y la firma no llega. Montmeló da muestras de no querer perder la prueba y Valencia, en cambio, no tiene el asunto entre sus prioridades.

El acuerdo básico establecía que Montmeló acogería los años impares la Fórmula 1 -2013 el primero- y el trazado urbano del "cap i casal" los años pares -comenzando en 2014-. El Consell de Fabra consiguió una rebaja importante del canon de la prueba, que fuentes consultadas por este periódico cifran en torno a los 20 millones -en 2012 fueron 27,9 millones, según figura en las cuentas públicas-. A cambio Valencia se comprometía a acoger la prueba los años pares hasta 2020. Montmeló, por su parte también vería mejoradas sus condiciones.

Sin embargo, durante los últimos meses el acuerdo verbal entre Fabra, Mas y Ecclestone se ha ido debilitando. Por una parte Montmeló ha logrado que la Diputació y Ajuntament de Barcelona aporten entre ambos 6 millones de euros para financiar la carrera, una buena ayuda para el trazado, pese a que el dinero no deja de ser otra aportación del sector público.

Con esta ayuda y la idea de quedarse el GP en exclusiva, a Montmeló parece que le interesa menos el acuerdo de alternancia y así lo han expresado reiteradamente desde el circuito. "Nosotros vamos a organizar el GP este año y tenemos contrato también para 2014 -el acuerdo con Ecclestone es hasta 2016-. Y si hay cambios, ya veremos", dijo ayer el director del Circuit de Catalunya, Salvador Servià, en Radio Valencia Cadena Ser.

Mientras, en Valencia poco o nada se habla de la Fórmula 1 porque para el Consell es ahora mismo una carga, y sin duda un problema menor ante las dificultades para afrontar algunos pagos. Con todo, el vicepresidente valenciano, José Císcar, reiteró recientemente que el acuerdo verbal de alternancia "entre presidentes" sigue vigente y que las negociaciones no habían sufrido cambios. Pero lo cierto es que en Valencia se ha pasado con la Fórmula 1 de la euforia de la época Camps al desánimo e indiferencia actuales.

El 12 de mayo es la fecha límite para se anuncie el acuerdo de alternancia, día en que se celebra el GP de España en Montmeló. Si hasta entonces no se produce, Valencia se quedará sin Fórmula 1. Algo que incluso podría beneficiarle a la hora de desligarse definitivamente de Bernie Ecclestone, ya que el británico no incluyó la carrera en el calendario de 2013 y sin duda sería un buen motivo legal para la disolución del contrato. Se desconoce si la Generalitat debería pagar los 51 millones de euros de penalización que figuran en el acuerdo entre Valencia y Formula One Management.