Bankia está estudiando diferentes medidas para "hacer valer sus derechos" en relación con el crédito otorgado a la fundación del Valencia CF que cuenta con el aval del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), según han informado fuentes oficiales de Bankia. Se trata "de defender sus derechos de la entidad", que dio una operación que contaba "con una serie de garantías, para hacer valer los intereses de sus accionistas y sus depositantes", han subrayado.

La entidad financiera ha decidido estudiar medidas después de que el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Valencia haya anulado el aval del IVF a la fundación del Valencia Club de Fútbol para comprar acciones del ente, al considerar que va "en detrimento" de otros socios. De esta manera, el magistrado estima el recurso interpuesto en marzo de 2010 por dos socios del club contra la decisión del IVF de respaldar a la fundación con un préstamo de 75 millones de euros concedido por Bancaja.

Bankia ha destacado que "el dueño del Valencia es y sigue siendo la Fundación VCF" porque, "a día de hoy", el préstamo que concedió Bancaja a este organismo en 2009, con aval del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), "está al corriente de pago". Desde Bankia recalcan que "este préstamo tiene doble garantía, las propias acciones y el aval" y que, por tanto, "en caso de que ese aval no valga, sigue existiendo la garantía de las acciones".

"Que desaparezca el aval no implica, a día de hoy, que nos convirtamos en dueño del club", han recordado las mismas fuentes que insisten en que la entidad "otorgó un préstamo a la Fundación VCF, que es dueña del 70 por ciento del club", y que el crédito en la actualidad "está al corriente de pago".

El siguiente vencimiento de ese préstamo se producirá el próximo 27 de agosto y "en función de lo que suceda, ya veremos, pero a día de hoy Bankia no es dueño del club, el dueño es y sigue siendo la Fundación VCF", han sentenciado. En febrero, la Generalitat pagó a Bankia, a través del IVF, los 4,86 millones de euros correspondientes a los intereses de la deuda que la Fundación VCF mantiene con la entidad a raíz de ese crédito.

Ese pago vencía en agosto de 2012, pero se prorrogó hasta final de noviembre y, después, las partes se dieron de plazo hasta el 31 de enero para encontrar una solución. No obstante, finalmente la Fundación VCF comunicó la imposibilidad de hacer frente ese pago y la negociación con Bankia se trasladó a la Generalitat, como avalista de ese préstamo.