Desde el Valencia CF no se ve con preocupación de momento el nuevo vuelco societario que ha padecido la entidad, pero se es más consciente que nunca de que la única salida que le queda a Bankia es la venta de la entidad. La búsqueda de un inversor con una solución global para los problemas financieros que se arrastran desde hace casi un lustro, agravados por la ampliación de capital a la que se vió abocado en el verano de 2009 para frenar la toma accionarial de Inversiones Dalport SL. El club entiende, eso sí, que la novedad judicial no afecta al funcionamiento diario de la institución. La única inquietud que ayer asaltaba al presidente valencianista, Manuel Llorente, era cuál puede llegar a ser la nueva relación con Bankia, principal acreedor del club y que puede pasar a convertirse también a partir de agosto en propietario de la mayoría accionarial.

El Valencia está negociando con la entidad financiera la renegociación a largo plazo de la deuda de 219 millones. El acuerdo se antojaba bien encaminado tras las distintas reuniones de Llorente con Bankia, pero no estaba resuelto, a expensas de otro pacto, al que debía llegar el propio banco con el Consell, que había tomado el control de la Fundación tras hacer frente al requerimiento de pagar los 4’86 millones de intereses por un aval que ahora ha saltado por los aires. La última visita del dirigente a Bankia se produjo hace una semana. En el Valencia ayer eran varios los directivos y ejecutivos que se preguntaban por la finalidad última de la demanda presentada por los dos accionistas, y también se preguntaban si detrás de la operación se esconde alguno de los grupos de oposición a Llorente. No se llegó a vincular a ninguno de los dos socios de la demanda.

Idénticos avales para LUD, Elche y Hércules

La sentencia podría afectar al resto de clubes valencianos que se acogieron a la misma fórmula de aval político para establecer un idéntico modelo de propiedad. Es el caso del Levante UD, Hércules CF y Elche CF. A pesar de los paralelismos, sin embargo, en ninguna de las otras entidades medió una demanda previa de algunos de sus accionistas.

Por lo que concierne a la Fundación del Levante UD, su presidente José Manuel Fuertes aclaraba ayer que a diferencia de la denuncia presentada por los accionistas valencianistas, en el caso del club de Orriols «no se vulneró el derecho de suscripción de acciones». Básicamente, porque no existió tal proceso: «La Fundación del Levante UD adquirió las acciones, con un acuerdo de compraventa y no por suscripción». Es decir, se compraron los títulos procedentes del paquete mayoritario del anterior propietario, Pedro Villarroel mientras que en el Valencia se acudió a una ampliación de capital, aunque en ambos casos actuase el IVF como avalista. Fuertes entiende que si ningún accionista «impugna» el acuerdo con el IVF una vez establecida la jurisprudencia, o si no se abre un procedimiento «contra todos los avales» del resto de clubes implicados, en principio la estructura propietaria del Levante UD no debería verse afectada. La Fundación es poseedora del 74 % del capital social del club azulgrana. A diferencia de Valencia, Hércules y Elche, es el único Patronato que ha podido atender de momento el pago de los intereses, de 180.000 euros. En el próximo mes de diciembre tendrá que amortizar el primer pago, de 1’5 millones, del préstamo de 5’6 millones que le concedió Caixa Penedés.