El empresario cree que la nueva Fundación «ha sido un factor de inestabilidad» pero que hay que escucharla

¿Por qué ha dimitido?

Ya lo he dicho. La situación que se había generado en las últimas semanas no me gustaba. Así que preferí irme. Y no estoy hablando del consejo, sino de otros cambios, maniobras mediáticas...

Habla usted de la Fundación.

Sí. Es un factor que ha creado inestabilidad, inseguridad. No me gusta estar en un cargo en el que ya no podía aportar nada. Es mejor dar entonces paso a otros y que decidan lo que quieran.

¿Por qué el resto del Consejo no le han acompañado?

Es una decisión que deben tomar ellos. Cada uno es soberano en sus elecciones. La mía estaba muy clara.

Se les acusa de «okupas», de no facilitar la transición.

Esa crítica me afecta. Es muy injusta. Yo no me aferro a ninguna poltrona. Esta poltrona no me ha aportado ningún beneficio material, sólo me ha dado una satisfacción sentimental. Para evitar malentendidos, yo me he ido.

¿Es una dimisión para tomar impulso a la carrera presidencial?

No, no tiene nada que ver. Sí que es cierto que hay gente que está muy preocupada por el futuro del club que al enterarse de mi dimisión se han movilizado para que encabece una candidatura. Falta por ver hasta donde llega ese sentimiento popular. Yo siempre estoy a disposición del Valencia por sentido de la responsabilidad.

¿Quiere convocar a las peñas a su favor?

Estoy encontrando mucho afecto en los aficionados en las últimas horas. Me trasladan que están conmigo y en lo que decida a partir de ahora. Hablo de mucha gente: peñas, accionistas. Hay un colectivo social muy nombroso pero debe definirse. Todavía es pronto.

Se puede tener apoyo popular pero la mayoría de acciones es de la Fundación.

La última palabra la tiene la Fundación y es la que tomará las decisiones. Esta idea tiene un arranque utópico. Es un movimiento de ilusión, de la base. Hay mucha gente que reconoce que cuando en 2009 el Valencia estaba a punto de caer, yo estuve luchando para que no entrásemos en concurso de acreedores y se acudiese a la ampliación de capital. La impulsé y esa fue la primera piedra que aportó viabilidad al club. Sólo yo creía en la ampliación de capital. Fui por muchos pueblos y comarcas vendiendo la idea. La gente sabe que el trabajo realizado ha sido serio y confían en mi. Yo les digo que mi tiempo ha acabado.

La ampliación es parte de la crisis actual...

Si en el año 2009 no hubiese liderado ese movimiento social para la ampliación de capital, el Valencia hoy, probablemente, no existiría. Hubo gente que acudió a mi a comprar acciones antes incluso de que se aprobase la ampliación.

¿El club no está ahora en una situación más delicada que en 2009?

En absoluto. El Valencia está mucho mejor ahora. Hay que quitar dramatismo a todo lo que se está generando. La situación actual es compleja, y se han hecho algunas cosas que no se han hecho bien por parte de mucha gente. Hay que tener más ilusión y sentido común. El Valencia es más importante que las personas.

Apela a la unidad pero no descarta ser presidente...

Yo no soy candidato a nada, de momento. Respondo a un clamor popular que me quiere animar. Tengo que meditar que es lo que quiere.

¿Un hipotético proyecto suyo estaría más cerca del de Amadeo Salvo o del de el inversor que promueven Rus, Fernando o Sesé?

Es pronto para que se concrete mi visión. Soy exconsejero y accionista, pero no tengo un proyecto porque todavía no soy aspirante a nada. No sé qué pasará mañana, pero siempre buscaré soluciones. Como hice en 2009, cuando el club estaba casi en causa de disolución y pensé y promoví la ampliación, apoyada por la Generalitat. La gestión del Consejo, con Llorente al frente, ha sido buena. Ahora hay que ayudar a quien venga y escuchar por supuesto a la Fundación. Nuestros adversarios son el Madrid y el Barça.

¿Se ha distanciado con Llorente? ¿Le guarda lealtad?

No quiero valorar actuaciones ya pasadas. Aquello ya es historia. En cualquier empresa siempre hay puntos de vista distintos. Yo respeto a Manuel Llorente. Ha sido un gran presidente. Ahora (silencio...) viene otro tiempo, pero el Valencia va a continuar muchos años vivo, de eso estoy convencido.