La plantilla del Levante se reunió ayer para compartir mesa y mantel en un restaurante con el fin de acometer el enésimo intento de arreglar las cosas. Los jugadores tenían previsto celebrar una cena distendida, como antaño, en la que reinase el buen ambiente y se pudiese recobrar parte de la armonía y la comunión que se ha perdido por el camino las últimas semanas.

Diversos miembros de la plantilla levantinista aseguraron ayer a este periódico que la cita estaba programada desde hace tiempo, antes de los últimos acontecimientos, pero que era un buen momento para que todas las partes acercasen posturas.

Algunos futbolistas que habían aprovechado el día libre para marcharse fuera de la ciudad de Valencia no asistieron a la reunión, como el italiano Robert Acquafresca. El resto, estaban todos llamados a presentarse al encuentro.

Juan Ignacio no acude a la cena

El cuerpo técnico no tenía pensado acudir a la velada. Desde el banquillo se considera que el actual es un problema que, pese a que afecta a todos los estamentos del club, sólo puede hallar solución con un acuerdo entre todos los futbolistas.

Esta mañana está previsto que el equipo reanude los entrenamientos en las instalaciones de la Ciudad Deportivo de Buñol para preparar el duelo ante el Mallorca el próximo domingo.

Por otra parte, el Levante conoció ayer que se medirá ante el Real Zaragoza en la 35ª jornada de Liga el viernes 10 de mayo a las 21.00 h. Un horario aún por estrenar por los «granotas».