No sólo se ha jugado a fútbol en Mestalla. El estadio no ha sido ajeno al tiempo que le tocó vivir. Durante la guerra civil el campo sufrió daños severos, como se relata en el libro «Camp de Mestalla» del periodista Paco Lloret. El terreno de juego quedó convertido en campo de concentración y en él se llegaron a cultivar hasta patatas. La única estructura que se mantuvo en un aceptable estado fue la Tribuna. Con la ayuda de la Federación Española de Fútbol, tras el conflicto bélico el estadio se reconstruyó con rapidez.

Pocos años antes, Mestalla había servido de escenario de varios mítines políticos en la Segunda República. Concretamente el 26 de mayo de 1935, Manuel Azaña, líder de Izquierda Republicana, desbordó el aforo de 25.000 espectadores que tenía el estadio para convocar con su oratoria a 35.000 espectadores, inundando sus seguidores cualquier palmo del terreno de juego.

Un mes más tarde, el 30 de junio, la CEDA de José María Gil Robles y la Derecha Regional Valenciana de Luis Lucia contraatacaron con otro mitin en Mestalla. Además del estadio valencianista y de sus aledaños, también congregaron a sus fieles simultáneamente en la Plaza de Toros y la Hípica, gracias a una cuidadísima organización, que incluyó desplazamientos en trenes, autocares desde toda la geografía española y un buque desde Mallorca. Finalmente doblaron en número a los asistentes al mitin de Azaña.

Con la guerra civil iniciada, el Valencia queda dirigida por el concejal nacionalista Josep Rodríguez Tortajada, cuya presidencia no fue readmitida por el club tras el conflicto bélico hasta el año 2009. La entidad, incautada por el servicio de acomodadores del estadio, afecto a la UGT, continúa funcionando con relativa normalidad. A las tres semanas de desatarse las hostilidades, Mestalla acoge el 16 de agosto un mitin de la CNT y la FAI, con Federica Montseny, Juan García Oliver, Alfonso De Miguel y Domingo Torres de destacados oradores.

Una semana después hizo acto de presencia en Mestalla Dolores Ibárruri, la Pasionaria, que habló desde la Tribuna del estadio junto a Marco Miranda y Galarza y Antonio Jaén, diputado de Izquierda Republicana.

Aznar reúne a 45.000 personas

En 1995 Mestalla volvió a ser un escenario político con el mitin que impulsó a José María Aznar, arropado por Eduardo Zaplana y Rita Barberá, a la presidencia del Gobierno. El Partido Popular reunió a 45.000 seguidores, sin llegar a llenar toda la grada. A partir de aquel momento, los principales partidos españoles han rehusado volver a estadios de fútbol para optar por aforos más limitados para sus actos de campaña, como plazas de toros, pabellones polideportivos y escenarios al aire libre.