David Ferrer no dudó en reconocer que había perdido contra «el mejor» tenista contra el que podía batirse en una final del Grand Slam de París. «Gracias por el apoyo de todos, me lo he pasado muy bien estas dos semanas. Quiero felicitar a Rafael y a su equipo. Es el mejor», dijo el tenista deXàbia, de 31 años, tras perder por 6-2, 6-3 y 6-2. «Será muy difícil, pero lucharé por estar aquí en otra final, es un torneo muy especial para mí», añadió el valenciano. Ferrer se dirigió hacia las gardas, donde estaba su familia, y su novia, para darles las gracias. Después, uno por uno citó a todo equipo, con su entrenador Javier Piles a la cabeza. En el palco, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, sentado junto al principe Felipe, aplaudía el pundonor de Ferrer.

La final volvió a concitar a altezas, políticos, estrellas del cine y héroes del deporte. En primera, el príncipe Felipe no quiso faltar a la cuarta final española del Grand Slam de París en un día en que el deporte de su país estuvo «de enhorabuena», según comentó el heredero de la corona de España antes del encuentro.Llegó acompañado al parisino complejo de Roland Garros además de por Fabra, por el presidente de Baleares, José Ramón Bouzá, así como por el ministro de Educación, Juan Ignacio Wert. También estuvo presenciando la gesta de su amigo el pívot español de Los Ángeles Lakers, Pau Gasol, al igual que el extenista Manolo Santana, el primero de su país alzarse con el título en París, en 1964 y 1961, y el exfutbolista Miguel Ángel Nadal, internacional con la selección española, defensa del Barcelona y del Mallorca y tío de Rafael.

Otro habitual del segundo «grande» del año, el actor francés Jean Paul Belmondo, también se dejó ver en las gradas de la pista Philippe Chatrier, al igual que Henri Leconte, último finalista francés en Roland Garros, en 1988, o el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Jean Todt.

Todos ellos pudieron ver el único incidente perturbador de la final, cuando durante el segundo set un individuo enmascarado y a pecho descubierto saltó a la pista, lo que rápidamente movilizó a los guardaespaldas que velan por la seguridad del príncipe heredero de España. Unos minutos antes de ese incidente, otras dos personas fueron desalojadas de las gradas por desplegar una pancarta contra la ley que autoriza el matrimonio homosexual en Francia. El más perseguido por las cámaras de los fotógrafos fue el del exdirector gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn. Tras una inesperada y reciente aparición en el Festival de Cannes, DSK acudió de nuevo a un evento multitudinario con su pareja, Myriam L'Aouffir. Tampoco faltó el actor Leonardo Dicaprio, recién llegado de Cannes.