Cumple los requisitos para abanderar el nuevo proyecto del Valencia. Es un joven criado en Paterna y tiene la etiqueta de "referente" de la primera plantilla. La marcha de Albelda deja a Guaita como máximo exponente de la factoría del Valencia. Sin embargo, su incipiente éxito puede provocar la reacción contraria en un club al que no le cuadran las cuentas. Vicente Guaita es el único jugador que oscilará este verano entre dos situaciones antagónicas: ser tótem del equipo, intransferible por tanto; y ser un jugador prescindible. Sus agentes, que estuvieron con Braulio esta semana, saben que Guaita no posee el blindaje con el que la entidad sí ha cubierto a otros futbolistas como Soldado, Banega o Parejo. Amadeo Salvo únicamente se refirió a "un portero" cuando mencionó al bloque de intransferibles, y desde la dirección deportiva aún no han apostado por ninguno de los dos para darles continuidad. La necesidad de optimizar las ventas, obliga al Valencia a aceptar la oferta más alta, sea Alves o Guaita, ya que ambos parten con idéntico rol protagonista en la pretemporada.

Por otro lado, Guaita es uno de los guardametas mejor valorados en el mercado nacional, por la combinación de experiencia y proyección. Su nombre sobrevuela el despacho de varios clubes aunque, hasta el momento, no ha llegado una propuesta económica firme a las oficinas del Valencia. Su cláusula es de 12 millones de euros, pero en este caso, el club sí está dispuesto a negociar un precio.

Caminos de ida y vuelta

Una eventual venta de Vicente Guaita sería la primera espina para un proyecto que ha predicado el renacimiento del fútbol base. La mera inclusión de Guaita entre los transferibles, choca contra la política iniciada por el nuevo consejo de "valencianizar" el primer equipo para crear un núcleo de jugadores con los que se identifique la marca VCF. Las vicisitudes económicas vuelven de esta manera a marcar la agenda de la entidad, como ha ocurrido en los últimos años, en los que el Valencia se ha visto obligado a desprenderse de sus jóvenes promesas para salvar el déficit. Albiol, 15 millones; Silva, 30 millones; Isco, 6 millones; Jordi Alba, 15 millones. Ese es el rendimiento económico de una de las mejores generaciones de futbolistas que ha producido la cantera en las últimas décadas, y que reluce en otros clubes. A cambio, este año el club ha iniciado una operación inversa, recogiendo jugadores que había cedido a otros equipos o, como en el caso de Míchel, los vendió. Paco Alcácer, con 19 años y una temporada en Primera, complementará la delantera. Su experiencia como cedido en el Getafe ha sido desigual. Tan solo 6 partidos como titular de un total de 20 disputados, acumulando poco más de 700 minutos en la competición, en los que ha sumado 3 goles. Por otro lado, el camino de vuelta de Míchel Herrero al Valencia ha estado lleno de recodos. Salió cedido hace tres temporadas al Deportivo de La Coruña, un año después recaló en el Hércules. Pese a un año como protagonista en Segunda, el club de Mestalla le dio la libertad y Míchel reinició su carrera en el Levante. Tras, una temporada en Orriols, con más de 20 partidos como titular -más de 2.000 minutos-, el Valencia ha utilizado el último recurso para traer de vuelta al jugador, debiendo invertir 400.000 euros en la recompra.

Ampliar la red de cesiones

Uno de los objetivos que se ha marcado Rufete para reactivar la cantera es reforzar la relación con un grupo de clubes en Primera, Segunda e incluso en el extranjero, para incrementar el número de jóvenes cedidos. Como dijo en la entrevista en este periódico, el salto desde el equipo filial a la primera plantilla "es muy grande", y la estrategia para que el talento de las jóvenes promesas no se estanque en el tercer nivel, es reforzar ese peldaño intermedio de las cesiones. "Seguro que hay muchos clubes dispuestos a colaborar", deslizó Rufete. Hasta ahora ya hay un jugador que este año disfrutará de minutos en la máxima competición. Carles Gil seguirá un año cedido en Elche, donde se ha hecho con un puesto de titular en la temporada del ascenso. Como Gil, hay varios jóvenes pendientes de dar el salto al primer equipo, siguiendo los pasos del último canterano en ascender de rango, Juan Bernat. Rufete aún tiene pendiente la reunión con Djukic para decidir qué hacer con casos como el de Gayá, Portu, Fede o Mario. El club tiene previsto que realicen la pretemporada con la primera plantilla y luego, habrá que calibrar su grado de madurez para fijarles un destino.