El máximo denominador común

Amadeo Salvo, Djukic, Aurelio, todos ustedes (los valencianistas), el aval no aval, Roberto Soldado, Bankia, Banega... tienen entre sí un denominador común que no es otro que el Valencia Club de Fútbol. Ahora bien, a partir del jueves pasado, a partir de que Máximo Buch dijera sin cortapisas que la Generalitat no está para ayudar al Valencia ni piensa poner un solo maravedí más para salvar del hundimiento al Valencia C. de F. SAD, la situación ha cambiado. Ahora no existe un denominador común. Lo que existe es un máximo común denominador... el de un conseller con mando en plaza que no se dispersa trazando hojas de ruta pintureras.

Mazazo a Bankia.

Y ese mensaje inequívoco y durísimo ha tenido que sentar como un tiro tanto a Bankia como a Aurelio Martínez€?cuya Fundación, sin el aval ni apoyo de la Generalitat, se queda sin ninguna baza tangible para negociar con un mínimo de seriedad financiera con los hombres de Goirigolzarri. Aurelio, por mucho que sepa de números y de entramados bancarios, sabe a la perfección que en estos momentos está en pelota picada para renegociar la deuda. Y eso, si no cambian las reglas del juego, significa que de aquí a pocos meses la entidad bancaria lo puede voltear todo de forma pavorosa: pavorosa de pavor€ de pavor por el futuro de la mercantil.

Presente rabioso.

Así las cosas, todo lo que acontece en estos instantes sobre el devenir del Valencia se antoja asunto secundario... pese a ser el más importante y casi único para todos ustedes: los aficionados. ¿Hay que vender a Soldado? ¿Hay que fichar otro delantero? Preguntas interesantes que provocan debates interesantes pero de mucha menor trascendencia real que las palabras de Buch. La Generalitat ha pegado un portazo y si no aparece ningún tribunal de alto rango poniendo de nuevo el aval en circulación a quien tendremos que preguntarle por los fichajes y traspasos es a Goirigolzarri, no a Salvo. Ese es el máximo común denominador de la hoja de ruta del Valencia.