Bellreguard espera una de las finales más atractivas de los últimos años

El trinquet El Zurdo de Bellreguard acogerá el próximo viernes, en partida nocturna, la final del campeonato profesional de "raspall", trofeo Diputación de Valencia. Han sido varias semanas de intensa atención de los aficionados hacia un torneo en el que se ha dado oportunidad a la nueva ola de figuras de la especialidad. Vive el "raspall" un momento de mucha actividad, con trinquetes que recuperan su vida anunciando a sus primeros espadas; otros recuperando protagonismos perdidos y todos disfrutando de un tiempo de esperanzas. Anotemos el caso de Piles, como ejemplo de intenso trabajo. Ahí está el trinquet de La Llosa de Ranes anunciando novedades interesantes cada dos por tres. Responde la afición en Castelló de Rugat y se mantiene fiel en clásicos recintos como los de Oliva o Bellreguard. Pedreguer, Dénia, Xàbia, Alzira, Guadassuar... también se apuntan a los carteles de la especialidad. Esto permite que muchos jóvenes se ilusionen. Y en ese panorama emerge de nuevo la eterna figura de Moro, metido en una final profesional tras el que parecía un paso definitivo por los clubes. Moro sigue omnipresente, liderando con su carisma las victorias de un poderoso trío que aspira a destronar a una pareja que, hasta el momento parece inexpugnable. El poderoso saque del joven resto de Piles, Punxa, con la sabia experiencia de Coeter II forman una pareja de mucha calidad que se ha metido en la final tras un triunfal paso por las liguillas previas.

Bellreguard, lugar de encuentro de toda la afición al "raspall", con la familia Peris, es el trinquet ideal para una final de este nivel. Sus gradas se llenarán el próximo viernes. Nadie puede faltar a una de las grandes citas del año, en la que se decid el trío campeón. Pasan los años pero no pierden ilusiones jugadores como Coeter o Moro. Nombres como Punxa, Pepe y Xoto pertenecen a esa nueva generación que está ayudando a escribir nuevos capítulos en esta historia del juego que manda n el corazón de tantos aficionados, apasionados con la intensidad de los saques, los remates preciosos, la agilidad que salva un "quinze" perdido para levantar una pelota imposible...Esa intensidad que se vive en una partida de "raspall".