A «Míchel» no le gana nadie en tozudez. Se ha empeñado en triunfar en el Valencia y no se arredra ante nada. Ni ante nadie. «He venido y quiero dejar un buen sabor de boca por lo que intentaré rendir al máximo en fuerza y a nivel físico y táctico», lleva indicando desde que se anunció su fichaje por el club de Mestalla. Asegura que nadie le ha regalado nada, y que devolverá con creces la apuesta que se ha hecho por él.
Su obsesión por demostrar que esta vez va a ser la definitiva en el Valencia la ha demostrado desde el primer día.
Sí, he comenzado con mucha ilusión desde el primer día, tengo claro que lo he de dar todo y por mí no va a quedar. Está claro que hay mucho nivel en el equipo, que hay grandes jugadores y va a estar difícil porque hay mucha gente por delante de mi, pero voy a hacer lo posible por ganarme el puesto.
¿En qué ha cambiado el Míchel que se fue cedido al Míchel de hoy?
Bueno, en muchas cosas. El año más duro fue el del Deportivo, cuando me lesioné, estaba sólo allí, tuve que buscarme la vida y madurar a pasos agigantados, creo que eso es vital en la vida y me ha dado mucha fuerza. Futbolísticamente también soy otro, en Segunda División jugué muchos partidos difíciles, es otro juego diferente al de Primera, y jugué mucho hasta que me llegó la oportunidad del Levante. Ahí jugué también en Europa, y he crecido como futbolista y como persona también.
Habla de su año difícil en Riazor, pero allí se forjó una gran amistad con Guardado al que ahora vuelve a tener como compañero, él aún no ha comenzado la pretemporada, ¿qué le ha comentado?
Le he dicho que se está librando de una... porque nos han machacado físicamente en Speyer y él estaba de vacaciones, me enviaba fotos de que está por ahí... Estuvo con la selección y se merece más descanso, pero ya llegará (risas).
Djukic le ubica por delante del pivote defensivo, ¿ahí es dónde más rendimiento puede dar?
A mí me gusta mucho estar en contacto con el balón y tanto jugando en la mediapunta o de mediocentro lo consigo, son dos puestos en los que tienes que crear juego y fútbol, a mí me gusta y me encuentro muy cómodo en las dos posiciones. El míster sabe que estoy disponible para lo que necesite y en ambas estoy contento, sea una u otra puedo jugar.
Usted es del Valencia de pequeño, ¿qué recuerdos tiene de la etapa de Djukic como defensa central?
Me fijaba más en otros jugadores, como Mendieta, que ocupaban una posición que a mí me gustaba más, él era mi ídolo y mi referente. Pero está claro que Djukic, o gente como Angulo, Piojo López eran jugadores que formaban parte de un grupo muy bueno... De Djukic recuerdo que tenía una clase y un señorío dentro del campo, de presencia, de sacar el balón jugado, iba en el juego aéreo de una forma espectacular, sí lo recuerdo y era un gran jugador.
Hablamos de la elegancia que tenía él sobre el césped, ¿esa es la principal idea que quiere plasmar sobre el césped en el ´nuevo´ Valencia?
Claro, somos un club en el que debemos de tocar la pelota, hacer un buen fútbol, conseguir que la afición disfrute con nosotros. Tenemos calidad y jugadores de sobra para hacerlo, él mismo nos inculca que debemos sacar el balón jugado e intentar hacer el fútbol bonito. En esta pretemporada lo hemos intentado hacer aunque no han llegado los goles, pero todo llegará y lo importante ahora es jugar la pelota y no correr detrás del balón, que es lo que no le gusta a ningún equipo.
¿Llegó a pensar que la oportunidad de volver al Valencia ya no llegaría?
Sí, sí. ¿Por qué? Cuando vine del Hércules, en Segunda, que jugué prácticamente todo, quedé el máximo goleador del equipo€ veía unas circunstancias que me ilusionaron, diría que no había podido hacer nada más, volví con toda la ilusión del mundo, pero por circunstancias, Pellegrino no contaba conmigo, rescindí contrato y se aclaró todo. Una vez firmé en el Levante reflexioné, sabía que no había podido ser en el Valencia y tenía que ser en otro equipo de Primera División, que también es fútbol. Hicimos un precontrato de recompra, ahí estuvieron bien mis agentes, se hacía pero nunca se sabe, y me fue muy bien, destaqué bastante, marqué goles, jugué mucho. La verdad es que gracias a Dios he tenido la suerte de ejecutar la opción de compra y me han dado una oportunidad de tres años para demostrar que puedo. Y el mensaje es claro: aquí estoy yo para poder quedarme.
Siendo valencianista, para su familia, verle de nuevo como blanquinegro será lo máximo.
Desde el primer momento desean la felicidad mía, está claro que a ellos les gusta verme en casa, en Valencia, pero si no me ven ilusionado son los primeros en animarme a buscar otra salida, pero ahora mismo estoy muy ilusionado, a nivel deportivo estoy feliz, viene una nueva etapa en la que he comenzado con mucha ilusión y a tope, y pinta bien. Mi familia va a estar a muerte conmigo, si es aquí bien y si es en otro lado, ningún problema.
No debe ser fácil hacerse un hueco para jugar rodeado de gente con tanta calidad como Parejo, Banega, Viera...
Y Canales cuando vuelva.
¿Ha de motivarse mucho para convencerse de que puede jugar ahí?
Sí, tengo confianza en mí, si no la tengo yo estamos mal. Hay muy buenos jugadores y con nombre, ahora mismo estoy seguramente el último de todos, pero a mí no me han regalado nada en mi vida y tampoco ahora al volver al Valencia. También decían de mi que no iba a jugar en Primera División y en mi primer partido marqué un gol, eso nunca se sabe, espero que vaya bien y oportunidades voy a tener.
¿Se fija mucho en ellos?
Claro, cuando estoy en el banquillo me intento fijar en Parejo, en Viera, también en el puesto de Éver. Para ver las cosas buenas que hacen, no hacer lo malo, es importante fijarte para luego no cometer sus fallos e intentar hacerlo mejor.
¿Qué le ha dicho el míster tras once días en Alemania?
Me intenta inculcar lo que él quiere para mí, me corrije mucho. Por ejemplo, en el segundo partido tuve varias pérdidas de balón y no puede ser, quizá de mediapunta no pasa nada, pero de mediocentro debo hacerlo fácil porque una pérdida ahí puede significar un gol en contra.