El Trofeo Gregori Maians es el más relevante del verano pelotístico en la modalidad de «raspall». Lo es por muchas y variadas razones. Para empezar, la propia denominación, en homenaje a un ilustrado valenciano, nacido en Oliva. Que se juegue en el Trinquet de esta población, cuna del «raspall» es otra buena razón para catalogar como especial este trofeo. Y una tercera razón: la presencia en el mismo de las primeras figuras de la especialidad, que no deja ser lógica consecuencia del esmero con que se cultiva esta cita.

La final de mañana ofrece un atractivo cartel: Escoto, Coeter y Miravelles contra Juan. Canari y Xoto. Juventud y veteranía sabiamente combinadas que pueden ofrecer el mejor de los espectáculos. Atentos a la presencia de Juan de Genovés, que estuvo en las cimas de la especialidad, que llegó a ser campeón individual y número uno indiscutible. Quiere volver a ocupar lugar de privilegio en los carteles y no le falta ilusión. Tiene sobradas manos y es pelotari de los que encandilan a los aficionados de buen gusto. Todos los alicientes para el cierre de esta nueva edición de un torneo que todos quieren ganar y que el club de Oliva quiere prestigiar superándose en cada edición.