Aquellos que parieron lo del levante feliz para fastidiarnos, teorizaron además que a los valencianos nos ahoga la estética. A Djukic le gusta Ricardo Costa, y muy poco Parejo, al que le dio los últimos diez minutos. Mathieu se destapó como un gran central antes del verano, incluso puede ser titular en ese puesto con Francia, pero sigue castigado pese a sus grandes actuaciones ante el Barcelona las pasadas campañas. Ricardo Costa es un futbolista con carácter, pero limitado para sacar el balón, pero como es la apuesta personal del técnico hay que sufrirlo. Parejo mezcla muy bien con Banega y Canales, pero el entrenador prefiere músculo. La reacción del Valencia se quedó a medias, porque tuvo la remontada en sus pies, aunque la primera media hora fue tan nefasta que pesó hasta la derrota final. El Barcelona de Martino está en deconstrucción, y se dejó pasar una gran ocasión para meterle mano. El técnico serbio debe dar más consistencia a la defensa y decidir quienes son los guardaespaldas de Banega, porque arriba Postiga demostró su pólvora de gol y Pabón dejó destellos de calidad y puntería. La gran aportación del Valencia de Aurelio Martínez ha sido tunear Mestalla. Salvo arriesgó también con aquello que el equipo sería mejor. Ambos están en la obligación de que su programa de juego limpio también esté en la grada, sin descuentos.