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Valencia aspira a disfrutar de su segunda experiencia como subsede olímpica y repetir el éxito deportivo y organizativo del año 1992, cuando acogió a la selección española de fútbol en su trayectoria hacia la final olímpica de los Juegos Olímpicos que ganó en Barcelona ante Polonia.

Más de dos décadas después, Valencia espera ser elegida este sábado en Buenos Aires como «mar de Madrid» para cambiar el protagonismo del fútbol de Barcelona'92 por el de la vela de los Juegos Olímpicos de 2020. Apenas existen paralelismos entre lo ocurrido en 1992 y lo que puede pasar en 2020 por las diferencias estructurales tanto entre unos y otros Juegos como entre los dos deportes implicados, aunque en cualquier caso Valencia espera revivir aquel momento histórico.

Barcelona fue elegida en 1986, seis años antes de su celebración, sede de los Juegos Olímpicos de 1992. Poco después se avanzó la posibilidad de que Valencia participara en el proyecto olímpico y bien pronto cobró forma la de que acogiera la competición de fútbol. Luis Millet, en representación del comité organizador de los Juegos, se reunió con el alcalde de la ciudad, Ricard Pérez Casado, y con el presidente del Valencia CF, Arturo Tuzón, para que Mestalla acogiera partidos de fútbol. El proyecto inicial asignaba a Valencia un grupo de competición y garantizaba la disputa de seis partidos de fútbol, pero tras este primer paso a la ciudad le quedaba un segundo reto de suma importancia, el de que en ese grupo estuviera la selección española. El apoyo tradicional a la selección, que había jugado en Valencia en el Mundial de España celebrado en 1982, fue un factor a tener en cuenta a la hora de que se avanzara en esa idea, junto a la intención de que el fútbol no eclipsara en Barcelona el protagonismo de los restantes deportes olímpicos. Los representantes políticos y deportivos locales hicieron toda la presión posible durante los años inmediatos para contar con España en Valencia, aunque se entró en la década de los noventa con la decisión ya adoptada de que hubiera fútbol en la ciudad, pero sin que la presencia de la selección nacional estuviera confirmada.

En marzo de 1990 se dio un nuevo paso importante, ya que, junto a los seis partidos de un grupo, se confirmó que Valencia iba a acoger uno de cuartos y una semifinal. En septiembre de 1991, a menos de un año para el inicio de los Juegos, el Ayuntamiento solicitó la presencia del equipo español de fútbol, circunstancia que se ratificó el 20 de diciembre de ese año. España, que no recibió ningún gol en Mestalla, se impuso en sus tres partidos de la fase de grupos ante Colombia (4-0), Egipto (2-0) y Catar (2-0), antes de superar en cuartos a Italia (1-0) y en semifinales a Ghana (2-0), lo que le dio el pase para la final de Barcelona.