Dos años después, el Valladolid se cobró una parte de la deuda por el traspaso de Barragán. El Valencia jugó y ganó el amistoso del Nuevo Zorrilla (2-4) y Djukic ensayó de cara al partido contra el Betis probando a Mathieu como central, a Oriol y Parejo en el doble pivote y Jonas de interior izquierdo. El test le salió bien. Lo jugadores menos habituales aprovecharon el partido para reivindicarse y reclamar sobre el césped la titularidad a la que aspiran. El partido, cierto es, se puso muy pronto de cara ya que, en el minuto 6, el Valencia ya ganaba por 0-2. Un penalti anotado por Jonas en un derribo a Barragán y un remate de Alcácer, sirvieron para convertir el amistoso en un entrenamiento de alto nivel.

Pero, reeditanto guiones anteriores, fue sentirse superior y pisar el freno para que, tras un saque de esquina y en un desajuste defensivo, Heinz acortara diferencias. Un gol que sirvió para espolear al equipo y que, de nuevo, Alcácer, a pase de Pabón, marcara el 1-3.

Las pruebas de Djukic, que regresaba al estadio en el que debutó en Primera como técnico y se enfrentaba al club que lo ha llevado a los juzgados por incumplimiento de contrato, daban resultado. Tras el descanso, el Valencia siguió siendo el dueño del balón para, en un contragolpe que inició Cartabia, Jonas marcara el 1-4. Un resultado con el que Djukic hizo debutar al juvenil Álvaro Perez que, en los veinte minutos que disputó, demostró su desparpajo y por qué no utilidad para el equipo. En los últimos minutos, Victor Ruiz cometió un absurdo penalti sobre Marc Valiente que Manucho transformó en el 2-4. El Valencia se llevó el Trofeo Ciudad de Valladolid