Los cuatro actores que participan en esa telenovela titulada «el interminable caso del aval de la Fundación del Valencia» buscan esta semana un final a a la serie. Entre todos, tratarán de encontrar una luz que indique el camino hacia la salida del laberinto. Representantes de Bankia, Generalitat Valenciana, Fundación VCF y Valencia CF tratan hoy desde las 11 horas de desatascar el impago del máximo accionista del club (la Fundación) a la entidad bancaria, a la que le debe exactamente 84,6 millones de euros. Sin capacidad para pagarle, todo está a expensas de lo que dictamine el TSJ de la Comunitat Valenciana sobre si el Consell recupera o no su condición de avalista del préstamo.

Conscientes de que recuperará su condición de garante, con un fallo que se conocerá como muy tarde en octubre, al Consell no le queda más remedio que comenzar a negociar. Por su bien y por el de todos.

Por el momento, Bankia ha enviado un requerimiento de pago al gobierno valenciano de los casi 85 millones de euros que les adeuda la Fundación. Pese a la sentencia provisional que anuló aquel aval, Bankia no tiene dudas y continúa tratando al Consell como garante de la operación. Ninguna de las informaciones aparecidas en las últimas semanas le apartan de su convicción. La entidad bancaria se aferra el contrato del préstamo que en su día firmó la extinta Bancaja con la Fundación y hace caso omiso a los argumentos de los socios del Valencia que denunciaron el aval. Según estos, la garantía fue limitada en 2009 a la entrega de las acciones, de forma que la Generalitat Valenciana no debería responder con dinero.

Así se lo hará saber hoy el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri al resto de actores, especialmente al gobierno de Alberto Fabra. «¿Cómo es que sus abogados no le han informado de esta posible situación?», le preguntarán al representante del Consell. El vicepresidente, José Císcar, restó importancia a esta reunión el pasado viernes. «No sé si irá el conseller de Hacienda (José Antonio Moragues) o el director del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) (Enrique Montes). «Iremos a la reunión, pero recordaremos que no somos avalistas porque así lo dice una sentencia», insistió el portavoz del gobierno autonómico.

Más interés tiene la Fundación, y el Valencia, en el encuentro. Desde el patronato no entienden como el Consell, impulsor del cambio estructural de la Fundación y del Valencia, se ha desentendido del tema. La Fundación espera algún movimiento desde la Generalitat, en forma de apoyo, para que independientemente del dictamen de los jueces, muestre algún tipo de sensibilidad con el grave problema que recae sobre la financiación del Valencia.

Sin aval, le recordarán a la Generalitat tanto Bankia como la Fundación, no hay renegociación de los préstamos (el crédito del club es de 219 millones). No hay salida.

Bankia decidió pasar a la acción el pasado 28 de agosto tras cobrar sólo una parte (1,2 millones de euros) del último plazo de intereses (4,8) del préstamo con el que la Fundación se convirtió en propietaria del Valencia en 2009. La entidad financiera exigió a la Fundación y a su avalista, mediante dos burofaxes para que sirvan de prueba ante los juzgados, el pago del dinero que falta por abonar de este último vencimiento.

Esta vez, el banco no está dispuesto a conceder más moratorias -como hizo el pasado verano-. El banco exige que desde Valencia llegue una solución, que pasa irremediablemente porque la Generalitat vuelva a entrar en escena. Ya ha reclamado judicialmente el cobro de la totalidad del préstamo antes de que no haya más remedio que buscar otra salida al laberinto. Bankia podría quedarse con las acciones de la Fundación (70,4 por ciento del total del Valencia) y vender el club al mejor postor, una solución que no conviene a nadie.