De nuevo volveremos a confiar en los cacahuetes de la Taberna Elizeth. La historia de los mismos comenzó al inicio de la segunda vuelta de la temporada 2010-11 con el Levante situado último. En la visita del Getafe decidimos tomar por primera vez cacahuetes en la sobremesa acompañando a los gin-tonics. «Que den suerte a nuestro equipo», propusimos al grupo de contertulios que contestó «amén». Un grupo formado por los hermanos Lacueva, Ximo y Pepe, José Luis Pérez Sala, Jorge Pardo „ una enciclopedia granota „, Alfonso Tejerina, Abelardo Bernat, Paco Villaescusa, Txus Bixquert y peñistas de nuestra peña de Alcàntera del Xúquer. Ilustres granotas que gustan de la buena mesa, la amena conversación y que disfrutaron después de la victoria levantinista sobre el Getafe. Durante el resto de la temporada seguimos comiendo cacahuetes a la hora de las copas y el Levante siguió ganando partidos redondeando una segunda vuelta fabulosa que le llevó a salir de la cola, ser el tercer mejor equipo de la misma y salvarse.

Los cacahuetes continuaron mostrando su influencia ganadora en el primer tramo de la siguiente temporada, la 2011-12, colaborando a que el Levante alcanzara el liderato de la clasificación. La euforia reinaba en la Taberna Elizeth con risas y brindis hasta que llegó la visita del Valencia al Ciutat. Fue un partido extraño que perdió el Levante cero a dos con goles increíbles, uno en propia puerta y otro de un tiro de Tino Costa con un efecto rarísimo que sorprendió a Munúa. Parecía que se acababa la historia de los cacahuetes y a partir de entonces la creencia en ellos sufrió una merma considerable. Se alternaron derrotas y alegrías en partidos posteriores y sólo faltó regularidad en su bendita influencia.

Hoy, decimos, volveremos a confiar en estos cacahuetes. Haremos un acto de fe con los amigos tertulianos y hablaremos además de otros temas. Entre ellos de la coincidencia histórica de los dos equipos que jugarán esta tarde en el Ciutat, la Real Sociedad y el Levante. Los «txuri urdin» nacieron el 7 de septiembre de 1909 y esperando que se secara la tinta de los documentos firmados para formalizar su nacimiento se produjo el de los levantinistas dos días después. Desearemos que Babá sea un digno sucesor de Caicedo, Koné y Martins. Propondremos mandar un abrazo a Carlos Caszely en el 40 aniversario de la muerte de su gran amigo Salvador Allende. Y terminaremos la sobremesa optimistas yendo al Ciutat con la esperanza puesta en la victoria aunque la Real, su rival de hoy, sea en estos momentos todo un señor equipo de Champions.