Este fin de semana me ha traído recuerdos especiales de los pilotos más divertidos que han habido en el campeonato y que ya no están con nosotros... Que son el 58 y el 48. Cada vez que lo recuerdo me entra un calor por el cuerpo, negándome que ya no están aquí.

Empezamos con extraña carrera de Moto3, a priori creía que iban a estar más juntos pero fue así. El «poleman» Folger tenía una caída fuerte que le hacía perder toda opción, mientras disfrutamos de la guerra sin cuartel entre Viñales y Rins, que destrozaban el récord vuelta tras vuelta. Ganó Rins, al que veo especialmente fuerte. Hay que vigilarlo muy de cerca, me gusta mucho... Viñales se tenía que conformar con la segunda posición después de liderar casi toda la carrera. El pequeño de los Márquez hacía otro podio y está progresando adecuadamente.

Al que no vi fino en todo el finde fue al líder del mundial Luis Salom, que al final salvaba los muebles acabando en cuarta posición. La moraleja: cuatro pilotos españoles en el «top 4», así que pleno. ¡Genial!

Pol Espargaró manda,recorta, gana y le dice a todos en especial a Redding que está ahí para disputarle el mundial. Carrerón el de Pol, impecable... El japonés Nakagami hizo una carrera de locos pero acabó segundo, homenajeando a nuestro Tomizawa (las dos grandes apuestas de los japoneses hace unos años) y «mísil Rabat» se quedó en tercera posición, muy rápido todo el finde.

Mientras, nuestro Nico Terol entraba en el «top 10», aún así quiero más de él, necesitamos que este entré los cinco primeros. Sé que puede.

La carrera más esperada era la de MotoGP con las cuatro potencias mundiales en plena forma y sin lesiones recientes... En Misano, la casa de Valentino Rossi, todos esperaban mucho de él, pero terminó a diez segundos de la cabeza, mientras el segundo escalón del podio se lo disputaban los compañeros de marca, «baby Márquez» y Dani Pedrosa, que otra vez le volvía a ganar el mano a mano el más joven de la categoría. Márquez sigue siendo una bestia en las carreras, se crece como nadie y es casi invencible en el cuerpo a cuerpo.

Pero para mí la perfección, la fortaleza y la convicción tenía Jorge Lorenzo, que desde que se puso el casco antes de subir a su M1 sabía que necesitaba ganar... Así lo hizo desde la salida hasta la bandera a cuadros. Este mundial de motogp será recordado por muchos porque si no me equivoco, vamos a tener guerra hasta el final.

La próxima cita es Motorland Aragón, corremos en casa y siempre es especial. Así que mucho gas y a seguir escuchando el himno.