La culpa de la realidad económica y social que vive el Valencia, con el problema del aval de la Fundación de fondo, es de la Generalitat. Así lo asegura el exconsejero del club de Mestalla Vicente Andreu, que ha vuelto a la escena en los últimos días después de las críticas del presidente de la entidad, Amadeo Salvo, a la gestión del anterior consejo el pasado viernes. Aquel abrazo promovido por el exdirigente Jaume Ortí entre Salvo y Andreu durante la última junta de accionistas, que marcó el cambio en el gobierno del club en el mes de junio, ha perdido su valor estos días. El primero ha roto su promesa de «romper con el pasado y mirar sólo hacia adelante con la unión del valencianismo» y el segundo ha reaccionado. Está molesto al comprobar que los nuevos gestores del Valencia no materializan sus proyectos. Que las palabras no se convierten en hechos. La responsabilidad de que el Valencia y la Fundación sigan sin refinanciar sus préstamos, dice, es del gobierno autonómico, que junto al Ayuntamiento de Valencia dirigió el cambio del patronato y del consejo de administración.

«Estos señores en referencia a Amadeo Salvo y Aurelio Martínez no habrían estado ahí si no fuera porque la Generalitat se metió por medio. La solución al problema financiero del Valencia estaba muy encaminada con el consejo de administración de Manuel Llorente», asegura el exasesor económico del Valencia, una figura que ha estado en el equipo de gestión del club durante cuatro etapas, desde los años 80. «El Consell pagó el plazo de intereses, se metió en la gestión de la Fundación, pensando que a los que colocó lo iban a solucionar y resulta que no solucionan nada», afirma.

En una entrevista a Levante-EMV, Andreu explicó el pasado mes de enero que la solución para el rescate económico del Valencia pasaba porque el Consell ampliara su aval con la Fundación. Era el camino obligado para que Bankia aceptara la refinanciación de los préstamos (81 millones el de la Fundación, entonces, y 219 el del Valencia). «La coyuntura económica general es muy complicada para avalar más, pero el Consell se arriesga a pagar todo el préstamo si no lo hace», avisó entonces. Ocho meses después, la garantía está anulada por una sentencia provisional a falta de lo que diga el TSJ de la Comunitat Valenciana, pero el gobierno de Fabra es consciente de que tarde o temprano recuperará su condición de avalista. A finales de octubre, como muy tarde.

Andreu insiste en el error del Consell a la hora de cambiar las piezas en la gestión del Valencia. Reitera con firmeza que el club de Mestalla estaría estabilizado si la Generalitat hubiese ampliado la cantidad del aval en 4,8 millones de euros, con el que la Fundación habría pagado el plazo de intereses de 2012, vencido en febrero, y al que finalmente hizo frente el Consell. «Llorente tenía el asunto muy avanzado con Bankia, pero el Consell no quiso incrementar el aval. Se habría refinanciado el crédito y ahora estaríamos pagándolos», asegura. «Eso de que con Llorente no se hizo nada, no es cierto. Porque lo tenía todo muy encaminado», insiste Andreu, que fue presidente del Valencia cuando Llorente presentó su dimisión.

Andreu no tiene confianza en el plan de Salvo y de Aurelio Martínez para sacar al Valencia del agujero en el que se encuentra. No sólo cree que la fórmula expuesta por la Fundación, de ofrecer sus servicios al Valencia para gestionar el fútbol base, es «asistencia financiera», si no que es insuficiente para pagar el préstamo. «Es generar recursos con jugadores que se vendan a otros equipos a medio y a largo plazo, pero a corto no da solución», explica.