Tres puntos en cuatro partidos. Ese es el balance de resultados del Valencia pero lo peor, sin duda, son las sensaciones que el equipo desprende y la imagen que se exhibe. Una preocupación que Djukic compartió en sala de prensa. Serio y contrariado, sin embargo, el técnico dio un giro radical a su forma de expresarse tras el partido con el Espanyol casi agresiva y decidió minimizar la derrota. La única crítica que salió de su boca fue la de confesar que había sentido «impotencia» al ver que al equipo no le salían las cosas. Y alrededor de ello articuló su discurso. « Es preocupante cuando no ganas y es difícil ganar partidos cuando juegas así», dijo con la mirada perdida y conteniendo sus críticas. «Los jugadores han querido pero no le ha salido las cosas. Ha pesado el balón y se ha perdido muy fácil. No se han hecho pases simples y la elección no es buena. Pesan muchas cosas y el equipo quiere», valoraba.

El Valencia, que no perdía tres partidos de Liga seguidos desde abril de 2008, no supo cómo frenar al Betis a juicio del técnico porque «ha faltado acierto y no había frescura de ideas». Djukic consideró que los jugadores deben «acertar en los pases y ser mucho más simples». «Hay que terminar las acciones y no complicarnos tanto. Hay mimbres para hacerlo pero al equipo le está costando», reflexionaba.

El técnico, que rehuyó pronunciarse sobre la actitud de los jugadores y los fallos cometidos para convertir su explicación en un discurso muy llano, lamentó que los jugadores quieren «pero no les salen las cosas». «Se intenta pero no sale», insistía. «Hay que simplificar las cosas y ser mas contundente. Hay que saber qué hacer en cada momento y competir mejor. Hemos regalado muchas cosas al rival y lo hemos pagado caro. El equipo ha querido pero con los goles no pudo recomponerse». Respecto a los cinco cambios realizados respecto al partido contra el Barça, el técnico insistió en que «no hay un equipo titular» y defendió que «aquí todos son titulares».

Pepe Mel, preparador del Betis, reconoció que «cuando se gana no se ven las cosas malas».