Para ver el último arranque de liga tan negativo del Valencia hay que remontarse a 1999. Al equipo lo entrenaba Héctor Cúper y también encadenaba tres puntos de doce posibles. Las sensaciones, sin embargo, eran muy distintas: «Aquel equipo ya estaba hecho y sabías que pronto o tarde iba a reaccionar», apunta Javier Subirats, director deportivo del club en aquella época, una época dorada: «Veníamos de ser campeones de Copa y habíamos debutado muy bien en Liga de Campeones. Y había jugadores con experiencia y calidad que transmitían mucha tranquilidad», en alusión a los Cañzares, Carboni, Angloma, Kily, Mendieta, Piojo López o el propio Miroslav Djukic, actual técnico.

El ingeniero del mejor Valencia de la historia ve con «preocupación» el actual rumbo del equipo. Subirats subraya la «competitividad» que el equipo «ha ido perdiendo de forma progresiva en los últimos años». Una circunstancia que ha dado lugar «a unas expectativas que no se corresponden con los hechos». «Se habla de intensidad y compromiso, pero también hay que ver la calidad que ha perdido la plantilla. El equipo no contentó a la gente ni incluso en su única victoria y no se ve que maneje el dominio del encuentro en ningún partido. El Betis estaba peor clasificado que el Valencia y no tenía a sus dos mejores jugadores y pasó por encima con demasiada autoridad. Se está pasando por un momento muy similar al de Pellegrino», añade. La imagen de estos cuatro partidos invitan a Subirats a pensar «que haya instalada mucha preocupación en la directiva. Espero equivocarme pero sinceramente no veo al Valencia mejorando su clasificación del año pasado».

Para Subirats el problema pasa por ser estructural y llega hasta «las dudas en la confección de la plantilla». «Además de ir bajando el nivel, el equipo no está compensado, tiene excesivos jugadores de un mismo perfil en algunas demarcaciones y futbolistas contados en otras. Ha perdido jerarquía y los que deberían demostrar su veteranía lo hacen de manera esporádica». Estas consideraciones llevan a Subirats a una contundente conclusión: «El club debe dar más valor a parcelas importantes como la planificación deportiva», una área en manos de Braulio Vázquez, cuya figura está muy discutida pero que además se ha visto perjudicado por la parálisis en la toma de decisiones en la transición entre Llorente y Salvo. La inestabilidad institucional no debería presionar al equipo: «El Valencia viene jugando con turbulencias sociales desde hace muchos años y siempre ha sabido aislarse». La situación según el exfutbolista del Valencia en los años 70 y 80 «es bastante comprometida», con la doble visita que espera al equipo de Djukic esta semana con el Swansea y el Sevilla.