El 'Oracle Team USA' culminó este miércoles el milagro y conquistó la 34 edición de la Copa América tras batir al 'Emirates Team New Zealand', cuyo sueño se convirtió finalmente en pesadilla tras perder un 'match' más, el undécimo y octavo consecutivo.

Después de tres semanas de dura competición, el guión de este apasionante capítulo final tuvo un desenlace épico a favor del 'Defender', que brindará con la 'Jarra de las Cien Guineas' después de protagonizar una de las remontadas más bellas de la historia del deporte.

Ni la penalización del Jurado Internacional de partir con un -2 en el marcador ni el apabullante dominio del 'Challenger' que se puso con un demoledor 8-1, pudo con la moral de los de James Spithill que a partir de ahí fueron los grandes dominadores y culminaron en el encuentro definitivo la defensa de la victoria de 2010.

La bahía de San Francisco se prestaba para el duelo final y se esperaba que los 'kiwis' reaccionasen a lo sucedido en los últimos días y fueran capaces de recuperar las sensaciones de la primera semana. Así fue, con una buena salida, que les permitió coger una ventaja, pero no demasiada, lo que auguraba una bonita batalla.

Pero no lo fue. En cuanto el catamarán estadounidense se hizo con el mando del 'match', la diferencia volvió a ser abismal entre ambas embarcaciones y concluyó con 44 segundos. El 'Oracle' fue imparable y cerró su espectacular remontada ante la desolación de Dean Barker y compañía.

De esta forma, el barco del multimillonario Larry Ellison retiene la Copa América después de certificar una remontada que ya se califica como "histórica". "Todavía podemos ganar la Copa", dijo James Spithill, patrón de la embarcación estadounidense, cuando el marcador reflejaba un autoritario 8-1 para los 'kiwis'.

"Ha sido una competición fantástica. No nos lo imaginamos de ninguna otra manera", afirmó el patrón estadounidense, ganador también con el 'Oracle' en 2010, tras la victoria. "Llegamos desde atrás, los chicos demostraron gran temple. Uno solo no es nadie, pero un equipo como este puede hacerte ver fantástico. Teníamos una pistola apuntándonos cuando íbamos perdiendo 8-1 y los chicos ni siquiera flaquearon. Gracias a San Francisco, este ha sido un día maravilloso", celebró.

Por su parte, un desencajado Dean Barker confesó que la derrota era "muy difícil de entender". "No nos dejamos nada hoy. Sabíamos que contra el viento teníamos una lucha en nuestras manos contra un barco que es rápido, es duro de digerir. Echando la vista atrás hace dos semanas, los logros que han alcanzado fueron fenomenales. Probablemente fuimos afortunados de que no lo hiciesen más pronto", sentenció.