Un Juzgado de lo Penal de Valencia ha dictado una orden de búsqueda y detención internacional contra Alain Migliaccio, exrepresentante de importantes futbolistas galos como Zinedine Zidane, Ribéry, Angloma o Laurent Blanc. El agente FIFA fue condenado en 2012 a cinco años de prisión y a pagar una multa de 9,2 millones de euros por defraudar durante dos años 2.578.975 euros a la Hacienda Pública a través de un entramado de empresas pantalla, que derivaba los ingresos de los fichajes millonarios a paraísos fiscales en Panamá y la Isla de Jersey, como informó en su momento Levante-EMV.

Migliaccio recurrió dicha sentencia, pero meses después la Audiencia Provincial de Valencia ratificó la condena impuesta al representante francés, quien habría abandonado el país para eludir rendir cuentas ante la Justicia española. Por todo ello, y al no haber podido ser localizado hasta la fecha, el juez ha ordenado la búsqueda y detención del condenado, quien no ha pagado ni un euro de las sanciones que le reclama el Juzgado, según ha podido saber este periódico.

Los últimos movimientos del exagente de Zidane lo situan en Suiza, país en el que los trámites de extradición en caso de delitos fiscales suponen toda una odisea para las autoridades españolas. Con la orden de búsqueda internacional se pretende que en caso de ser localizado en cualquier país con convenio de extradición, éste sea puesto a disposición de la Justicia española.

Los hechos por los que ha sido condenado se produjeron durante los años 2000 y 2001, en los que Migliaccio ingresó importantes beneficios, en concepto de comisiones como representante, en varios traspasos de futbolistas galos de reconocido nombre, entre los que se encontraban Angloma, Laurent Blanc y el propio Zinedine Zidane.

Eran los años dorados de la selección francesa de fútbol tras la conquista de la Copa del Mundo de 1998 y la Eurocopa del 2000. Aprovechando este tirón de los futbolistas galos, el agente FIFA obtuvo más de 3,2 millones de euros en el año 2000, de los que únicamente declaró 91.000 euros en concepto de IRPF. Al año siguiente, en 2001, ingresó 2,9 millones más, pero sólo declaró 347.000 euros. En ese periodo de tiempo se produjo el fichaje de Zidane (julio de 2001) por parte del Real Madrid, que pagó 76 millones de euros a la Juventus de Turín por el crack francés.

La práctica utilizada por el condenado, que por aquel entonces tenía residencia en Paterna, consistía en crear un complejo entramado de sociedades pantalla para desviar dichos ingresos a paraísos fiscales y de esta forma no tributar en España el IRPF de los traspasos.

Para ello Migliaccio firmó un contrato con la sociedad ISCL, por el cual cedía los derechos de su licencia de la FIFA a la entidad durante un plazo de diez años. A su vez la entidad ISCL suscribió un acuerdo con otra sociedad, Coleman International, con sede en Panamá y ambas crearon una tercera asociación, Coleman Group, constituida en la isla de Jersey, calificada como paraíso fiscal. El 95 % de las cantidades que obtenía mediante su intervención en fichajes y en la negociación de contratos por cesión de los derechos de imagen eran facturadas por ISCL en nombre de Coleman Group y así Migliaccio no tributaba en España el IRPF de los traspasos.