Al Getafe le bastó un contraataque de Adrián Colunga en el minuto 73 para destrozar el planteamiento y el sueño de alcanzar esta jornada un puesto europeo del Espanyol, que llevó el peso del partido ante un rival que se limitó a esperar atrás.

El segundo tanto, en el tiempo de añadido, también de Colunga, sólo sirvió para reafirmar el guión del encuentro. Los madrileños jugaron mejor sus cartas y tuvieron más fortuna de cara a puerta. Los anfitriones basaron gran parte de su juego en la estrategia y se quedaron a las puertas de la reacción. Ahora es el Getafe el que sueña con Europa.

La salida del Espanyol no decepcionó. La intensidad, el sello de Javier Aguirre desde que llegó al banquillo, fue máxima desde el principio. El rival cedió terreno y algunas llegadas claras. La que más, un cabezazo de Colotto tras un centro de Sergio García en el minuto siete. Moyà lo atrapó sin problemas.

Aunque este empuje no bastó a los locales. La respuesta del bloque azulón fue inmediata. Colunga se escapó de la defensa por velocidad e incluso regateó al portero Casilla. De todos modos, el asturiano quedó muy escorado y su tiro cruzado no vio puerta. Bajo palos estaba en el central Héctor Moreno, que no intervino.

Mientras el Getafe apostaba por la velocidad de sus delanteros para sorprender, con Pedro León muy incisivo, el Espanyol se decantó por un acoso construido. Llevaba el peso del choque. Los locales se acercaban con facilidad y dispusieron de varios saques de esquina, desde donde ya han dado muchas alegrías a su afición esta temporada.

Al cuarto de hora de partido, Sergio García, eléctrico y solidario, envió un balón largo a Stuani, que se escapó por la banda derecha. El uruguayo dispuso de un mano a mano con el meta, aunque Roberto Lago frenó la jugada antes de que fuera a más. La réplica del Getafe, de la mano de Pedro León, no supuso peligro.

El Espanyol cada vez se sentía más cómodo mandando en Cornellá. El planteamiento visitante evitaba los riesgos y Aguirre no tuvo reparos en llevar la iniciativa. Los visitantes apenas pisaron el campo contrario tras la primera media hora de partido. Aunque las ocasiones catalanas, más numerosas, se quedaban lejos del premio.

Caída de Simao en el áera

La insistencia anfitriona se tradujo en polémica en el minuto 35, con una caída de Simao tras un forcejeo con Arroyo en el área que el árbitro no penalizó. El primer tiempo acabó con un monólogo blanquiazul y el rival, por momentos, desquiciado y obligado a tirar de faltas para frenar a los de Aguirre.

El Getafe, sin embargo, creció en descaro en la reanudación. Pedro León dio el primer aviso a los cuatro minutos: un tiro desde la frontal a las manos de Casilla. Los madrileños combinaban y llegaban con agresividad. El guión había cambiado, pese a las tímidas ocasiones de Colotto y Pizzi por parte del Espanyol.

Los jugadores del Espanyol lo intentaron colgando balones al área y las torres de Luis García no cedieron. Los de Aguirre se diluían arriba, todo lo contrario que los visitantes, que firmaron el primer gol con muy poco. Colunga, a pase de Sarabia, que acababa de entrar en el campo, cruzó el balón y puso el 0-1 en el minuto 73. Nada pudo hacer Casilla.

El conjunto azulón tenía el partido donde quería. Faltaba un cuarto de hora para finalizar el choque, el Espanyol no encontraba la receta contra Moyà y sus contras sorprendían frecuentemente a la muralla blanquiazul. Aguirre insistía: sacó a Thievy, extremo, por David López, pivote defensivo, para firmar el empate.

Los pupilos del mexicano estaban siempre cerca del gol, sobre todo tras las jugadas a balón parado, especialmente desde los saques de esquina. Pero les faltó fortuna. Muchas veces, por centímetros un remate no acababa en gol, como el de Héctor Moreno, de cabeza, en el minuto 82, que se fue por encima del larguero.

Estaba ya todo hecho en Cornellá-El Prat, pero Colunga aceleró el ritmo en el que se vaciaron las gradas. De nuevo tras una jugada de Sarabia, el delantero remató a placer. El Getafe suma por primera vez a domicilio en esta Liga y su segunda victoria seguida. Lo contrario que los 'pericos', que encadenan dos derrotas consecutivas y caen en casa por primera vez.