Después de lo visto ante la Real Sociedad y el Almería, sabemos que el Barça puede ganar partidos a todo gas, en plan «The Fast & the Furious», o de forma casi melancólica, como de película francesa. Los jugadores del Barça se convirtieron en coches modificados para destrozar a la Real Sociedad en el Camp Nou en un visto y no visto, y luego se pusieron el bañador para pasear bajo la luz del Mediterráneo en plan «Pauline en la playa» y ganar un partido que nunca tuvo aroma épico de récord. El Barça melancólico y playero que se paseó por el estadio Juegos Mediterráneos me parece presa fácil de Correcaminos como Bale y Ronaldo. El Barça es capaz de ganar partidos golpeando con furia en los primeros veinte minutos o paseando por la playa durante noventa. Pero la temporada es larga. Hace falta un tercer Barça que mezcle las carreras de coches llenas de velocidad, acrobacias, ruido y luces de «The Fast & the Furious» con los silencios, paseos y miradas de «Pauline en la playa». Un «The Fast & Pauline», vamos. Ver a Messi pasear por el césped después de su gol era como ver a Pauline paseando por la playa. Las lesiones del bíceps femoral son muy melancólicas. Messi puede ganar él solito un partido protagonizando una película francesa, pero siempre está bien contar con un Pedro o un Alexis en plan conductores callejeros. Si todo el Barça, desde Valdés hasta Messi, juega rápido y furioso, un Chelsea, un Milan o un Atlético de Madrid pueden darnos un disgusto. Si todo el Barça, desde Piqué hasta Neymar, juega de forma melancólica y veraniega, un Madrid, un City o un Bayern de Múnich pueden darnos algo más que un disgusto. Es cierto que los títulos se pierden ante equipos como la Real Sociedad o el Almería, pero se ganan ante el Real Madrid o el Bayern de Múnich. Y para ganar títulos no basta con la furia callejera o con el talento melancólico. Cuando llegue el momento, el Barça necesitará de la furia y de la melancolía para aturdir al Chelsea y para descolocar al Bayern. Un «The Fast & Pauline», vamos.