Han sido muchos años de intensa lucha. Tiempos difíciles en los que la pelota valenciana se ha refugiado en el alma de unos cuantos románticos que no han dudado en mantener la fe. Es la historia repetida en tantas poblaciones valencianas. Torrent, que a principios del siglo XX llegó a tener dos trinquetes en funcionamiento, ha remodelado el único que se alza en el Carrer València, espacio de asueto de tantas gentes que, entre sus paredes han sabido mantener la lengua y las caricias a la pelota de vaqueta. El trinquet fue también un espacio de integración en la cultura valencia de muchos inmigrantes llegados a esta ciudad. Ahí está el excelso ejemplo de Natalio, pelotari que se codeó con los mejores desde mediados de los años sesenta hasta finales de los setenta. Natalio, castellano de nacimiento, valenciano de corazón, se convirtió en un amante de nuestro deporte. Hoy puede afirmarse que ha sido el hombre providencial para que el cordón umbilical con la historia, desde los tiempos de Silla y Fenollet, no se rompiera. Muchos jóvenes seguidores que no han dudado en coordinarse a través de las redes sociales han empujado lo suyo.El Ayuntamiento ha sido especialmente sensible y el día 8 vuelven a abrirse las puertas de un remodelado recinto.