Con un ejercicio de valentía desconocido hasta ayer en lo que llevamos de temporada, el Levante UD pescó tres puntos de máximo valor en el El Sadar, terreno acotado para los equipos timoratos. Poco a poco, sin hacer ruido, el equipo de Caparrós se ha instalado en la zona noble de la clasificación, liberado de toda presión para recibir el próximo sábado al alicaído Real Madrid. Aunque fuera con un gol agónico „Xumetra marcó en el rechace de un penalti muy dudoso fallado por Diop„, en el tramo final, el triunfo «granota» ante el Osasuna merece todos los elogios. Tras un primer tiempo de color local, el Levante UD pasó a gobernar con autoridad el partido tras el descanso, donde demostró el estado de madurez que todos andaban esperando. Fue un equipo atrevido. Con personalidad.

Hasta la irrupción del Levante UD en el partido, a finales del primer tiempo, la parroquia del Sadar lamentó la presencia de Keylor Navas en la portería contraria. El jurásico Osasuna no ha renunciado a su viaje filosofía. Apoyado por una hinchada incombustible, es un equipo que no se entrega jamás. Es una de esas entidades que se distinguen por un gen competitivo que va más allá de sus dotes futbolísticas.

El Osasuna había hecho más méritos para retirarse con ventaja al descanso. Si no lo hizo fue porque enfrente tuvo a Kelyor Navas, un portero que gana popularidad en la liga española con el paso de las jornadas por sus felinas paradas. Hasta cuatro veces sacó la pelota de forma acrobática en la primera parte. La más espectacular, en un remate a bocajarro de Oriol Riera, un delantero de perfil alto. Como la mayoría de guardametas latinoamericanos, Keylor tiene un problema. No bloca la pelota y su despeje suele quedar en perfectas condiciones para el rechace. Tuvo suerte esta vez.

El Levante UD aguantó con su portería a cero con apuros, pero no renunció al gol. Se desplegó, a veces, con suficiente velocidad y dinamismo para plantarse en el área contraria con verdadero peligro. También tuvo sus opciones para marcar, todas forjadas desde la velocidad. Como una de El Zhar, muy incisivo entrando en diagonal, a pierna cambiada, desde la izquierda. El rechace del portero lo recogió Lell que, con madera de defensa, se asustó ante la portería y mandó la pelota a zona de nadie, ante el desespero de sus compañeros. Quién lo iba a decir, pero el primer tiempo terminó con otra clara ocasión para el Levante UD. Esta vez centro Pedro López.Al balón, envenenado al segundo palo, no llegó Babá por centímetros.

El partido se había animado y así continuó tras el descanso, que comenzó con otro aviso «granota». El Zhar entró en el área ante una nube de defensas y dudó a la hora de entregar la pelota, que terminó en las manos del portero. Entre uno y otro, los dos equipos certificaron un partido de cuerpo entero en El Sadar, de una intensidad inesperada. El choque exigía estar al máximo de condiciones. Eso pensó Caparrós cuando retiró a Vyntra, con molestias, para dar entrada a El Adoua.

Diop suele ser el termómetro del Levante UD. Esta vez fue Simao Mate, que firmó un partido excelso. Fue el eje sobre el que el Levante UD articuló su juego.

El Osasuna empuja con todo, pero no siempre con el orden adecuado, lo que aprovechó el Levante UD para estar en el partido hasta el final. Babá celebró el gol al empujar a la red un centro de Xumetra „que relevó a Pedro López, mientras Lell atrasó su posición„, anulado por fuera de juego.

El partido cambió de cara definitivamente con el paso de los minutos. Crecido por la derecha con la presencia de Xumetra, un interior de verdad, y la irrupción de Rubén en el partido, el Levante UD se presentó reforzado al combate. Cerró bien su trinchera y salió con mucho criterio y decisión hacia el campo contrario. Una excelente noticia. Babá falló una ocasión clarísima tras recibir un pase de Rubén. El delantero sorteó al portero, pero no supo definir al estrellar el balón contra el defensa que acudió a tapar el hueco. En la calidad de su "9" está una de las pequeñas diferencias del Levante UD actual al de años anteriores. Cuesta imaginar que Caicedo, Koné o Martins hubiesen fallado esa ocasión. Luego fue Mate, en su segundo remate de cabeza, el que estrelló la pelota en el larguero. A los puntos, el Levante UD ya merecía la victoria.

Más agresivo, más valiente y conjuntado que hasta ahora, el grupo de Caparrós buscó decidido el gol en todo el segundo tiempo. Detrás, puso el candado, con Héctor Rodas en plan imperial. El Osasuna no negoció el resultado en ningún momento y apareció puntualmente po el área de Keylor. Pero el dueño del balón era el Levante UD, que acumuló ocasiones hasta que el árbitro señaló „a instancias del linea„ penalti por un supuesto agarrón sobre Rubén. El suspense de la acción duró hasta el final. Andrés Fernández detuvo el lanzamiento de Diop, a su izquierda, por donde apareció Xumetra como una bala para empujar la pelota a la red. Gol y tres puntos.