Existe una profunda preocupación en el mundo de la pilota valenciana sobre la presencia de este deporte en las cámaras de la Televisión Valenciana. Las cosas no están fáciles y no pintan nada bien para el futuro sin la cobertura televisiva. Es cierto que si la pilota de vaqueta ha sobrevivido durante cientos de años sin prensa, radio o televisión, habrá que tener fe en su supervivencia .

Identidad Una serena reflexión sobre el papel que debe cumplir una televisión pública de los valencianos nos llevará a la conclusión de que la razón de ser de la misma se sustenta en el respeto a las señas de identidad, a la especificidad y cercanía de su programación. Era absurdo gastar dinero en televisar la Fórmula 1, por ejemplo, cuando otras cadenas de ámbito nacional ya la ofrecían. Y se gastaron barbaridades de dinero.

Diversidad. La cobertura de las finales de las competiciones más destacadas de este deporte se hace necesaria para el respeto de la diversidad intrínseca del mismo. Esa variedad es considerada por muchos como una dificultad añadida. Son aquellos que miran este deporte desde un punto de vista exclusivamente mercantilista y no desde lo que en realidad ha sido históricamente: una herencia cultural. El día que la pilota sea sólo un deporte habrá perdido toda su identidad y toda su razón de ser porque seremos un deporte más en el océanos de juegos y en la dura competitividad por el mercado.. La pilota es, por encima de todo, una seña de identidad cultural y como todo aquello que hemos recibido de nuestros antepasados: tierra, lengua y costumbres, estamos obligados a conservarlo, con los ajustes necesarios, con las puestas a punto que se requieran pero sin perder esa esencia de patrimonio cultural. Así pues hay que respetar las modalidades vivas y visiblemente extendidas por las tierras valencianas. Sólo debe existir el interés de respeto a esa unidad diversa que es la pilota.

Universalidad. Los valencianos somos reconocidos, hoy, internacionalmente como líderes en la promoción del juego de pelota. Y la TVV ha jugado un papel fundamental en ese respeto y consideración. Sería triste perder esa condición por políticas de miras cortas.