Los aspirantes tomaron ayer posiciones en Cheste. Para algunos, como Marc Márquez, «es quizá» el Gran Premio más importante de su vida. Su rival en MotoGP, Jorge Lorenzo, trata de pasarle toda la presión al debutante e iniciar la guerra sicológica: «De momento soy el piloto con más victorias de la categoría». Otros no ocultaron su inquietud, como Maverick Viñales: «Quien diga que no le afectan los nervios en esta última carrera, no dice la verdad. Va a ser muy emocionante». Sus compañeros en Moto3 no se dieron por aludidos. «No me importa la posición, pero por supuesto quiero el título», dijo el líder de la menor de las categorías, Luis Salom, mientras que el tercero en la cerrada disputa, Alex Rins, tiró de ironía tras su caída en Japón: «Lo hice para darle emoción al campeonato». Así se presenta la decimoquinta edición del Gran Premio de la Comunitat Valenciana que arranca hoy en el Circuit Ricardo Tormo. La emoción presidirá cada una de las tres jornadas de esta magnífica carrera.

Mientras los cinco aspirantes Márquez y Lorenzo se jugarán el cetro de MotoGP, y Salom, Viñales y Rins harán lo propio en Moto3 comentaban sus últimas sensaciones antes de enfundarse hoy en el mono, 5.000 aficionados aprovecharon el denominado «Pit Walk» para pasear por la calle de los garajes y conseguir el autógrafo de alguno de sus ídolos. Por mucho que les duela a sus rivales, el auténtico fenómeno mediático es Marc Márquez, quien fue el más aclamado y solicitado por el público, y que dad su efusividad, obligó a los miembros de seguridad del circuito a emplearse a fondo para que no tumbaran las vallas que ponían «a salvo» a los pilotos. Fue una locura.

Tampoco cabía ni un alma en la rueda de prensa oficial de MotoGP, donde Marc Márquez y Jorge Lorenzo se repartieron el protagonismo. El novato de la categoría, que puede hacer historia el domingo si logra el título, dijo no estaba nervioso por ahora, aunque corrigió: «Quizás el domingo estaré un poco diferente, pero de momento me encuentro como siempre». Su objetivo es amarrar un cuarto puesto, pero no se fía. De hecho el primer vídeo que visionó antes de venir a Cheste fue la caída de Rossi en 2006. «En una carrera puede pasar de todo y tenemos que estar concentrados», aseguró.

Por su parte, Jorge Lorenzo descartó que vaya a usar una estrategia para forzar a Marc a tratar de ganar al carrera el domingo y que cometa un error. «En seco es muy difícil que se haga grupo y yo gane y Marc acabe quinto, es muy complicado. En este momento la mejor estrategia es intentar ganar la carrera y con la moto que tenemos que va tan mal en las frenadas nos conviene intentar escaparnos si podemos».

Rossi se divorcia de Burgess

Valentino Rossi también fue protagonista indirecto en al rueda de prensa, porque los protagonistas recordaron cuando el italiano perdió el título de MotoGP en 2006 en favor de Nicky Hayden, precisamente en Cheste. El italiano, que nunca pierde la ocasión para recordar que el Circuit «no es mi pista favorita» ha llegado a decir que la odia, confirmó que su «padre en las carreras», el australiano Jeremy Burgess, dejará de ser su jefe técnico en 2014. Un bombazo que jubila a uno de los grandes técnicos del Mundial. «Tenía que buscar una nueva motivación», dijo Rossi.

En Moto3 saltarán chispas

En Moto3 se veía a sus tres protagonistas mucho más nerviosos. Quien gane la carrera será campeón y eso es algo que tienen grabado a fuego Salom, Viñales y Rins. La estrategia del líder está clara: «Lo importante es salir siempre a dar el máximo y si te caes mala suerte». Y sus rivales tienen las mismas armas: «Llevo muchas carreras reservándome y ha llegado la hora de no reservar».