Serge Ibaka fue expulsado del partido frente a los Clippers por un incidente con Blake Griffin y Matt Barnes, un suceso por el que admitió estar "muy decepcionado", según manifestó en el vestuario al término del choque.

"Estoy muy decepcionado, pero aprenderé de este error. Lo único que puedo hacer ahora es regresar más concentrado para el próximo partido", indicó el hispano-congoleño, que llevaba 13 puntos en una serie perfecta en el tiro (6/6) cuando se produjo la disputa.

"Fue muy intenso. No sé qué ha pasado. No he tenido tiempo de ver el vídeo, lo repasaré para comprobarlo. El chico (Barnes) ha venido a empujarme y después vino mucha gente. No sé de quién fue la culpa", sostuvo el ala-pívot, quien admitió que su descalificación influyó en el resultado final.

"Ha tenido que ver en la derrota. Somos un equipo y cuando falta uno, siempre se nota un poco", explicó.

Antes del partido, Ibaka comentó a Efe que una parte de él sigue pendiente de España y en especial del juego que maravilla a Europa por parte del Real Madrid, el club donde militó temporalmente en 2011.

Ahora no pienso en volver a España

"Ahora mismo no pienso en volver a España, pero nunca se sabe", admitió el jugador. "Hace dos años, cuando fui por el lockout (cierre patronal de la NBA), fue algo que jamás pensé que fuera a ocurrir. Voy a intentar ser campeón en Oklahoma; sería muy bonito", añadió.

El internacional español reconoció que había visto "el triplazo" de Felipe Reyes frente al Bruixa D'Or, una jugada que calificó como un "felipón".

La meta, el anillo

Sobre las perspectivas de los Thunder esta temporada, el jugador admitió que la manera en la que acabó la pasada temporada, con la eliminación en semifinales del Oeste a manos de los Memphis Grizzlies y con la baja del base Russell Westbrook, sirve a la plantilla "para comprender que nada es fácil".

"Sabemos que tenemos que hacer las cosas muy bien para alcanzar nuestra meta", declaró Ibaka, consciente de que los suyos aún deben mejorar para llegar a su meta: el anillo de la NBA.

"Ya no tenemos a Kevin Martin, así que debemos jugar de forma distinta. A mí no me piden nada diferente. La gente sabe lo que hago y yo sé lo que puedo hacer. Intento dar lo máximo siempre. Cada uno tiene su papel y conoce su función dentro de este equipo", declaró.

Asimismo, sostuvo que el equipo de Brooks tiene opciones de acabar en el primer puesto del Oeste.

"Todo es posible. Somos un muy buen equipo pero hay otros que nos van a dar guerra. Si seguimos mejorando, podemos ser los mejores", declaró.

Personalmente, Ibaka se ha propuesto ser más importante en ataque sin descuidar la faceta defensiva. De hecho, el domingo acabó con 25 puntos contra los Wizards.

"Quiero mejorar en todo: la defensa de uno contra uno, el tiro, la lectura del juego, jugar en equipo.... Hay muchos detalles pequeños que la gente no ve y que un jugador los mejore es importante para el equipo", indicó.