Se veían las caras en la Fonteta dos de los equipos más anotadores de la Liga, pero se quedaron lejos de cumplir con sus registros. El primer parcial ya anunciaba que, ni de lejos, se iba a llegar a la media de 90 puntos por encuentro que promedia el Valencia BC. 17 a 13 tras unos minutos de tanteo que habían arrancado con un muy enchufado Sato, quien anotó los seis primeros puntos del Valencia Basket, pero que luego falló varios tiros de tres. Precisamente el lanzamiento exterior fue el gran lastre de los locales en la primera parte que acumulaban un 0/6 en triples en el primer cuarto. Curiosamente, el acierto desde la línea exterior resultó fundamental para la reacción en el tercer cuarto y para que el equipo se mantuviera en el partido. Eso y la tremenda fortaleza bajo aro mostrada por Lishchuk.

Antes, tuvo que ser Pecherov el que rompiera esa preocupante dinámica ya entrado el segundo cuarto. El ucraniano mantenía así su 100% en tiros de tres desde que llegó al Valencia Basket, con cinco en total. Pero el equipo no respondía según lo esperado. Sin alternativas, jugándoselo casi todo a unos triples que no les entraban. Había hombres que, inexplicablemente, no conseguían sumar y la prueba es que Doellman, el máximo anotador de lo que va de Liga, no lograba su primera canasta en pista hasta el minuto 17 y el primer triple hasta el 37. Eso sí, en su favor hay que decir que fue de los mejores en el rebote.

Por su parte, el Herbalife Gran Canaria, empezó perdiendo un gran número de balones y vivía de la calidad de hombres como, Baez, genial en defensa y ataque, O'Leary, letal en el tiro o Nacho Martin, el MVP de la Liga la temporada pasada. Mejoraron en el segundo cuarto, donde dejaron en tan solo 12 puntos al Valencia Basket.

Del agujero a la reacción

Un casi imposible triple de Bellas nada más arrancar la reanudación hacía prever que la remontada iba a ser muy complicada y llevaba la ventaja visitante a la barrera psicológica de los 10 puntos.

Cuando el panorama se veía cada vez más complicado, dos tapones seguidos de Lishchuk, dos tiros libres del propio jugador, un triple de Sato y otro de Martínez hacían despertar con un gran rugido a la grada y devolvían la moral a un equipo hasta entonces errante, pero que en unos escasos dos minutos lograba un parcial de 12-0 y se colocaba a tan solo un punto. Y poco después empataba con un triple de Martínez.

Al último se entraba con 48 a 49, lo que, visto lo visto, era una gran noticia para el Valencia BC. Nadie lo hubiera dicho al inicio del partido, pero fue con un triple, de Lafayette, como el equipo «taronja» recobraba la ventaja. Y con otro seguido como se marchaba en el marcador. 61 a 56 y algo más de cuatro minutos para aguantar. Lishchuck, el gladiador del aro, salía de nuevo y, ahora sí, Doellman, encontraba el camino a canasta y hasta anotaba de tres. Parecía otro equipo, otro partido, otra dimensión. Aún así, los canarios no se rindieron, pero nada pudieron hacer ante la mejor cara taronja.