«Tengo ganas de empezar. Voy muy cómodo en la moto». Las palabras sinceras, sencillas y sin adornos son de Aarón Polanco (13 años), el último fichaje del Team Aspar, equipo que tiene argumentos de sobra para confiar en este jovencito de Almussafes. Su palmarés impresiona, pero el chaval va cubriendo adecuadamente sus fases. Sin pájaros en la cabeza. Sin prisas. De eso se encarga el expiloto Jorge Lis, «manager» y «coach» estudió cuatro años en EE UUpersonal del joven corredor de Almussafes. «Llegue donde llegue, para mí lo más importante es que sea un adolescente feliz. Y que cuando se deje las carreras, tenga salud», explica Lis, uno de los excorredores valencianos que más brillaba en los 90. Hasta que las lesiones le apartaron del asfalto. Hoy vuelve a sentirse piloto gracias a Aarón, al que transmite sus conocimientos y, por supuesto, su experiencia en los circuitos. Forman el equipo perfecto. Como el novato Rocky Balboa y el que después se convierte en su entrenador, Apolo Creed, en la ficticia saga cinematográfica del púgil de Philadelphia. La comparación viene al pelo. «No existe el mañana» y «no existe el no puedo», frases motivadoras de estas películas, están en su catálogo de aprendizaje.

«La regla número uno es protegerse a sí mismo», que le dice Clint Eastwood a Hilary Swank en Milllion Dollar Baby, es otra máxima en el decálogo de Aarón Polanco, al que Lis le prepara una pubertad sin estridencias, para que sea inmune a la luz de los focos que ha deslumbrado a tantos deportistas. Al piloto valenciano Héctor Barberá, sin ir más lejos. «Hemos firmado una cláusula por la que su nota media ha de ser notable, el inglés es obligatorio y tiene prohibido conducir un ciclomotor fuera de un circuito, para evitar los riesgos del exceso de confianza», explica Lis, un tipo que saca partido a sus cicatrices. «Con Aarón estoy aprovechando el sufrimiento que yo pasé con las lesiones. Le doy sentido a lo mal que lo pasé», añade. Está preparado para levantar a Aarón en los malos momentos. «Hay otra cláusula por la que puedo vetar su participación en una carrera, por encima de lo que diga su familia y su equipo, para proteger su salud», recuerda.

El Campeonato de España de Velocidad (CEV) espera a Polanco, que estos días prueba su nueva montura en Cheste. «Mis deseos son conocer a la moto, a los rivales... y estar adelante», asegura sin pudor. Se ha pedido el número 47 (el 46 de Rossi más uno). Habla con la sinceridad de un niño. Ni Márquez ni Lorenzo. «Rossi es el mejor».

En la hoja de ruta está participar pronto en el Mundial. Empezó a los 9 años y ya ha ganado tres veces el Fórmula Bancaja. Desde entonces, siempre ha estado arriba. En abril, con 14 años ya cumplidos, será el piloto más joven del CEV, la antesala del Mundial. «Uno ha de ser muy bueno para conseguir lo que ha hecho. Es de los buenos. Nunca se cae. Ahora afronta una Universidad de la moto. Y, además, tiene un entorno sanísimo. Es un chaval feliz», explica Lis. Hasta los patrocinadores han confiado en él. Proto-Tech, una empresa valenciana de prototipos, apuesta fuerte por Aarón: 400.000 euros por un «niño» muy bien «cuidado».