Siete inversores pujan por comprar el Valencia CF. El sabio Hipócrates ya advirtió en la Antigua Grecia que el número siete era mágico por sus virtudes ocultas, porque es la fuente de todos los cambios, pues la Luna muda de fase cada siete días y eso influye en todos los seres sublimes. Como el valencianismo considera excepcional al club de sus amores, la comisión gestora que debe elegir la mejor oferta para los destinos de Mestalla tendrá que aplicar el juramento hipocrático, y centrar todas sus fuerzas, su empeño y desinterés para que el proceso de venta salga bien.

Hasta la notaría de Ana Julia Roselló, exconsejera del Valencia, llegaron los sobres de la empresa árabe con sede en Londres que llega avalada por la misma familia real saudí. Dos fondos de inversión de Estados Unidos, Ceberus donde figura un hijo del expresdiente José María Aznar, y GEM que ya ofertó 49 millones por el crédito de la Fundación durante la etapa de Manuel Llorente. Además de la oferta rusa del promotor inmobiliario Mikhail Bosco y la del empresario de Costa Rica, Mario Alvarado, que también intentó hacerse con el control del club a finales de 2012. Como era de esperar, de la mano del presidente del Valencia, Amadeo Salvo, llegaron el magnate de Singapur Peter Lim, y el gigante inmobiliario chino Wanda. Dos de los inversores con los que llevaba negociando desde hace meses.

De economías emergentes de cuatro continentes llegan ofertas para comprar el Valencia, en un claro ejemplo del interés financiero por adquirir uno de los mejores clubes de la Liga y uno de los más laureados de Europa.

Tres semanas

Ahora en un plazo máximo de tres semanas, la comisión gestora formada por Isidro López, de la Fundación; Salvador Martínez, del Valencia; Enrique Montes, del Instituto Valenciano de Finanzas; y Ángel Luis Sáiz, de Bankia, debe evaluar técnicamente las siete ofertas, tanto en el apartado económico, como deportivo y social. Aunque todos los inversores deben acreditar, con documentación financiera, que pueden asumir la deuda del club, 215 millones; y de la Fundación, otros 90.

Es probable que alguna de las siete ofertas se quede por el camino al incumplir alguno de los requisitos exigidos. La comisión gestora ordenará con criterios de prioridad las ofertas para elevarlas al Patronato de la Fundación, donde tienen mayoría los representantes de la Generalitat, que deberán realizar la elección definitiva. Por último, y, previa solicitud de autorización al Protectorado de Fundaciones para la venta, se detallará el inversor ganador en una junta general de accionistas del Valencia.

Un proceso que no concluirá antes de dos meses, si no surgen nuevas discrepancias entre los actores del proceso de venta.