El expresidente del Valencia CF Juan Soler fue detenido ayer por la tarde por intentar secuestrar, junto con otro individuo, a Vicente Soriano, exmandatario también del club, para cobrar la deuda pendiente entre ambos de la Operación Dalport.

Soler ha pasado la noche en los calabozos y ha prestado declaración en el juzgado de guardia de Valencia. El juez ha decretado la libertad con cargos de los dos detenidos y les ha impuesto como medidas cautelares la prohibición de salir del país, la obligación de presentarse en el juzgado cada quince días y una orden de alejamiento de 15 metros de Soriano. A ambos se les imputa un presunto delito de tentativa de secuestro. La fiscal del juzgado número 12 de Valencia, que se encontraba de guardia, no ha solicitado su ingreso en prisión.

A la salida del juzgado, Juan Soler ha negado que intentara secuestrar a Soriano a los numerosos medios de comunicación congregados allí. Le esperaban en la puerta dos personas que han intentado impedir con empujones y manotazos que se le acercaran los periodistas. Seguidamente ha abandonado la Ciudad de la Justicia y se ha subido a un taxi.

Las acciones embargadas de Soler y Soriano

El impago de Soriano abocó a Juan Soler al concurso de acreedores con un pasivo de casi 200 millones. Los dos presidentes que precedieron a Manuel Llorente al mando del club pasaron de contar con un 48 por ciento de los títulos -un 53% contando las acciones que aglutinó el exconsejero Vicente Silla a su favor- a un 4,8 entre los dos después de la ampliación de capital. Las acciones de Soler, así como las del grupo de Silla, fueron traspasadas, con la aparición de Inversiones Dalport S.L, a Vicente Soriano en 2009. De esa manera, este pasaba a controlar el 51 % del Valencia. Soriano, que ya poseía el 10 por ciento del accionariado compró el 37 por ciento de Juan Soler y otro cuatro por ciento procedente de Vicente Silla, Carlo Cichella, Vicente Alegre y José Peris Frígola.

El dirigente nunca llegó a pagar los 70.000 títulos que le vendió Juan Soler -el resto le fueron devueltas-. Ambos llevaban más de cuatro años en los juzgados por el control de un paquete accionarial que se valoró en 85,5 millones de euros.

El juzgado de primera instancia número 22 de Valencia dio luz verde en verano de 2012 a la subasta notarial de estas acciones. Soler se quedó con las ganas de percibir algo de aquella operación de compra-venta, por la que traspasada 70.899 acciones que estaban a nombre de Urbanas Levante. La firma, que aglutinaba gran parte de los activos inmobiliarios del empresarios, renegoció deuda y entregó activos en dación de pago, pero no pudo hacer frente a sus préstamos.

Los títulos están embargados, pero Soler no se rindió y esperaba recuperar, algún día, el segundo paquete accionarial más grande del club de Mestalla. Un montante de títulos actualmente devaluado.