El proceso de venta del Valencia al empresario Peter Lim se alargará unos días más, a la espera de que se produzca el ansiado acuerdo entre Bankia y el magnate singapurense. Un desenlace que está «a punto de producirse», según transmiten desde el Valencia y la Fundación VCF, conscientes de que las negociaciones están muy encarriladas. Las señales que llegan desde Madrid son cada vez más positivas. En concreto, del entorno de Peter Lim, que ha comunicado a Amadeo Salvo en las últimas horas su absoluto convencimiento al respecto. «Todo está bien, tranquilos», vino a decirle. La parte más gruesa, el embrollo de la negociación, está solucionado. Faltan los últimos nudos por desenredar. Las conversaciones están concentradas ahora en los porcentajes sobre los intereses. Hay que tener en cuenta que una mínima diferencia porcentual, en una operación en la que hay tanto dinero de por medio, pueden significar millones de euros. Es ahí donde la asesora de Lim, Lay Hoon, y la entidad bancaria están ahora concentrados.

Desde Bankia, la cautela continúa encabezando sus mensajes. Pero con matices. Su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, dio ayer algunas señales respecto a la posición del banco en su visita a Castellón, al mediodía, y a Valencia al anochecer, donde acudió a distintos actos. Poco dado a informar sobre las negociaciones, siempre cauteloso, Goirigolzarri mezcló frases irrelevantes con otras más significativas. «Es una operación compleja. Estamos trabajando desde la profesionalidad. No hay un acuerdo definitivo y seguimos trabajando», dijo. «Una negociación de este tipo tiene varias aristas y se trabajan todas a la vez», añadió. Esta fue su respuesta cuando se le preguntó si la oferta del empresario oriental era la mejor. «Nosotros no estábamos en la Fundación Valencia CF. Esto lo llevan los técnicos, que conocían las ofertas», apostilló. ¿Cuándo se cerrará la compra-venta? No dio muchas pistas: «En las negociaciones no se está ni cerca ni lejos. Puede haber resultados o no. Cuando se produzca, entonces lo comunicaremos», dijo Goirigolzarri. El presidente de Bankia coincidió, curiosamente, con David Albelda y Manuel Broseta, estandartes de la oferta de Cerberus en Valencia, en el acto de clausura de la Escuela de Empresarios Valencianos (EDEM).

La afición del Valencia continúa quitándole hojas al calendario, ansiosa por celebrar que el futuro del club de Mestalla esté, al menos a corto o medio plazo, asegurado. Aguardando las noticias que llegan desde Madrid, donde se decide estos días el futuro del Valencia entre Lay Hoon y los directivos del banco. Las posturas están más cerca desde que comenzó la semana. Tanto el pago del crédito de la Fundación (95 millones) como el del Valencia (230) están pactados. Falta ultimar los cargos que conlleva el segundo pago. Los flecos.

El optimismo de la Fundación sobre un inminente desenlace de la negociación en los últimos días está justificado. El grupo de Riesgos de Bankia se reúne todos los jueves. De ahí que se aireara que ayer podía ser el día definitivo. Quedaba muy poco por resolver. Pasada la fecha, ahora hay que esperar a la próxima reunión, el próximo jueves. O no. Quizá antes, el banco se decida a cerrar la operación si las pequeñas diferencias han quedado solventadas. Aunque todas las partes coinciden en fijar una semana como plazo límite.

Desde el Valencia, la larga espera se lleva con relativa tranquilidad. Fuentes del club coinciden con las noticias emitidas desde Madrid. Aseguran que el acuerdo con Bankia se cerrará pronto, pero avisan, efectivamente, de que la negociación tiene pinta de prorrogarse una semana más. Pero hay un deseo absoluto para que la negociación no se alargue más de la próxima semana. El club está a la espera de ponerse en marcha para planificar la próxima temporada, ya que no puede cerrar los frentes abiertos hasta que se estampe la firma en el contrato de compra-venta. A partir de ahí, hay carta blanca por parte de Peter Lim para cerrar los primeros fichajes, contratar nuevos patrocinadores y comenzar a tapar, en definitiva, todos los agujeros que están por tapar.