Juan Antonio Pizzi está de vacaciones en Argentina, desde allí habla con sus colaboradores, y de momento está citado el 7 de julio para iniciar los entrenamientos, pero su enfado es notable. Sobre todo, por la falta de definición. Cuando se reunió con el presidente Amadeo Salvo, acompañado por su agente, se le comunicó que en el momento en que se oficializara el traspaso accionarial a Peter Lim dejaría de ser el técnico, pero el daño a su figura ya está hecho. Porqué, si se prolongara más días, como está previsto, podría darse la circunstancia de comenzar a entrenar y a los días que llegara otro entrenador. Al técnico eso no le parece coherente, pero su situación la considera compleja, porque con qué autoridad se dirige a los futbolistas cuando en una conversación informal le comentaron que no iba a seguir con la llegada de Jorge Mendes.

La realidad es que Pizzi considera que están dando una imagen triste, que le afecta a él, cuando es el que menos culpa tiene de una situación de indefinición camino de entrar en un callejón sin salida. Al menos, en las próximas horas. El preparador siempre ha sido una persona que públicamente no quería ser una carga para los próximos dueños del club, Amadeo Salvo le ratificó en público pero con el paso de los días y después de un viaje por Asia con su familia hizo una parada técnica en Valencia. No le gustaba lo que leía en los periódicos. Y cuando no acudió a la reunión con Jorge Mendes y la asesora financiera de Peter Lim, Lay Hoon, encuentro en el que sí estaban los miembros de la dirección deportiva, no le pareció normal. Rufete habló personalmente con el técnico, pero no fue suficiente, de ahí que viniera con su representante.

Mientras tanto, él está atado de pies y manos. Sabe que ahora es difícil encontrar un equipo porque los banquillos ya están ocupados, a pesar del cartel que tiene tanto en Argentina donde hizo campeón a San Lorenzo como en Chile. No es una situación cómoda para él. Pero además, él y Rufete se habían sentado varias veces para realizar una planificación para la próxima temporada, con jugadores que él consideraba intocables y otros a los que iba a colocar en el mercado. Tras la llegada de Mendes a Valencia una vez hubo acuerdo entre la empresa de Peter Lim y Bankia para hablar del proyecto deportivo, la situación de algunos jugadores varió, por ejemplo en el caso de Joâo Pereira, con el que existía la idea de traspasarlo después del Mundial y pasó a ser imprescindible. Situación similar a la de Ricardo Costa.

También hay jugadores que si seguía Pizzi prefería cambiar de aires, pero no hay nada definido. El entrenador argentino está muy enfadado con la situación, pero como no rescindieron su contrato, él sabe que tiene que presentarse con el Valencia el 7 de julio e iniciar una pretemporada que el club tiene definida, pero no quién será el entrenador. Pizzi alucina pero cumplirá con sus obligaciones.